Un ocio inclusivo en pelotas, el nuevo bowling de los invidentes tendrá diez bolos para ciegos.
Los juegos accesibles como los bolos para ciegos generan riqueza, ofrecen oportunidad de integración, y despiertan motivación y afán de superación en quienes lo practican. En los últimos 50 años, jugar a los bolos ha pasado de ser un ocio recreativo de salón inaccesible a quienes no ven, a un deporte en expansión y crecimiento entre las personas con discapacidad visual. En este artículo vamos a hablar de 10 bolos para ciegos, un deporte reorientado a los invidentes.
Bolos para ciegos
Las boleras accesibles ofrecen practicar un ocio que, hoy en día, tras su buena aceptación, es también considerado deporte, el llamado 10 Bolos para Ciegos. ¿Su método? hacer rodar diez bolas por una pista con forma de pasillo. ¿El objetivo? derribar el máximo número de bolos posible en una sola tirada, a ciegas, y sin la colaboración de terceros.
En el blog Deporte para Personas con Discapacidad, informan que la medida de la pista de este deporte es de 19,20 metros de largo por 1,06 metros de ancho, con los bolos distanciados en 30 centímetros unos de otros.
Otra curiosidad a destacar de este deporte, es que las personas sordas y ciegas también lo pueden realizar, gracias a la información que obtienen con la vibración del suelo. Siempre y cuando el área de juego de la bolera esté preparada a esa adaptación, por supuesto.
De un simple ocio a todo un deporte
Oficializado como deporte por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA) en mayo del 2000, a raíz de la Reunión del Comité Ejecutivo en Noordwijk, Holanda, el conocimiento y práctica accesible del 10 bolos para ciegos se extiende por la geografía de la mayoría de los continentes, veinte países en total localizados en Europa y Asia, Oceanía y américa del Norte.
Así, miles de personas con ceguera o baja visión lo practican a nivel recreativo de pasatiempo, e incluso a nivel profesional y competitivo.
“El poder estar en un ambiente seguro y controlado permite que los ciegos y deficientes visuales puedan incorporarse al bolo, de manera segregada o integrada con la población de videntes”, como bien señalan en Deportem Albarrán, plataforma diseñada para los deportes modernos de las personas con discapacidad. Lo que está claro, es que el 10 bolos resulta un triunfo de accesibilidad deportiva que supone también un elegante y eficaz renacimiento de una actividad con miles de años a su espalda.
Conociendo sus normas
Como todo buen deporte que se precie de ser respetado y jugado en encuentros y torneos, el 10 Bolos para Ciegos cuenta de hecho con un sólido reglamento. Entre sus normas podemos destacar la norma que establece que la rueda debe rodar o deslizarse al lanzar, nada de enviarla por el aire, como en otras modalidades de esta disciplina bolera.
Es importante la figura del guía, quien debe tener visión, lógicamente.
¿Su función? guiar a los jugadores en su posición de lanzamiento, asegurándose principalmente de que el jugador está apuntando hacia los bolos. También le debe notificar el número de bolos que ha derribado en cada lanzamiento, y cuántos le queda por tumbar, de tal forma que el jugador pueda hacer cálculos de cara a su siguiente tiro.
El reglamento de este deporte divide a los jugadores en los tres clásicos grupos de los deportes con alguna discapacidad visual. Jugadores B3 (personas con discapacidad tan leve que no necesitan modificación) jugadores B2 (personas con resto visual bajo que requieren de un guía vidente para jugar) y jugadores B1 (ciegos totales que participan tanto con el apoyo del guía como también con la ayuda de un carril guía).
Los bolos: una opción de ocio válido
A ciegos, a sordos, a videntes… ¡a todos!