Fibrosis pulmonar, cuando el pulmón respira entre cicatrices

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Crónica, sin tratamiento, y con una esperanza de vida entre 2 y 5 años, la fibrosis pulmonar es una afección que puede surgir incluso tras el paso del Covid-19.

El Covid-19 no siempre acaba en el hospital; a veces, desafortunadamente, es necesario reaprender a respirar. Pneumocovid es una investigación científica que estudia el posible desarrollo de la fibrosis pulmonar en pacientes previamente sanos que, tras superar un Coronavirus grave, acabaron presentando alguna alteración funcional respiratoria, después de tres meses de recibir el alta médica.

¿Qué es la fibrosis pulmonar?

La fibrosis pulmonar idiopática es una afección bastante grave, de carácter crónico y progresivo y sin cura ni tratamiento en la actualidad, que apenas brinda a sus pacientes una esperanza de vida corta cuando no se detecta ni vigila a tiempo, entre dos a cinco años.

Esta enfermedad se caracteriza sobre todo por el sendero de cicatrices que va levantando en el interior de ambos pulmones, dificultando así el intercambio de oxígeno, por un lado, y causando a su vez y conforme avanza falta de aire, tos crónica y disnea. Llega un punto en el que el paciente requiere de terapia de oxígeno, y a veces hasta necesita un trasplante de pulmón.

Los fármacos prescritos a los pacientes que la padecen no solo escasean, sino que únicamente consiguen ralentizar su avance, sin nunca frenarla del todo ni curarla. Por ahora, el Sistema Nacional de Salud únicamente ha autorizado dos fármacos a administrarse en España, los cuales ralentizan el progreso de la enfermedad preservando la función respiratoria de la persona.

«Estamos ante una enfermedad grave que afecta mucho a la vida de quienes la padecen», indicó la neumóloga Claudia Valenzuela. «No es posible curarla, solo frenarla y por ello es tan importante el diagnóstico precoz, que en esta enfermedad sigue siendo un reto porque aparece con síntomas inespecíficos, como la tos o la disnea, que a menudo se confunden con otras enfermedades», abundó la también coordinadora del Grupo de Enfermedades Pulmonares Instersticiales (EPID) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

¿Cuál es el perfil habitual de la fibrosis pulmonar?

Los rasgos en común que más habitualmente suelen compartir los pacientes que padecen esta enfermedad forman la imagen de un hombre mayor de 55 años, actual o antiguo fumador. Si bien la fibrosis pulmonar no está considerada una enfermedad hereditaria, sí tiene factores genéticos que aumentan el riesgo de acabar desarrollándola, aunque suelen dar casos menos numerosos.

Actualmente, en España residen unas 8.000 personas con la enfermedad de las cicatrices pulmonares, cantidad que puede verse ligeramente aumentada tras la pandemia del Covid-19. ¿Y por qué?

Según el estudio Pneumocovid, hasta el 25 por ciento de los pacientes que acaban desarrollando esta enfermedad, a raíz de afrontar un Covid-19 grave, puede manifestar a los tres meses del alta alguna alteración funcional respiratoria.

De igual forma, no puede negarse que la pandemia ha impactado muy negativamente sobre el presente y futuro de esta patología, disparando alarmantemente el riesgo de mortalidad para aquellas personas con fibrosis pulmonar y Coronavirus.

«La mortalidad es muy elevada; más del 35% según los datos disponibles», señaló Valenzuela, de Separ, entidad que, en febrero de 2021, advirtió que la pandemia podía estar retrasando los diagnósticos.

La fibrosis pulmonar, una indeseada secuela del coronavirus

Volviendo al estudio arriba citado, hay que matizar que se trata de un ensayo que investiga la fibrosis pulmonar, desde la perspectiva de una enfermedad que aparece como una consecuencia del Covid-19, tras asociar que tanto aquellos pacientes graves por Coronavirus y quienes fallecieron tras una neumonía bilateral compartían la fibrosis pulmonar, planteándola asimismo como una secuela del virus SARS-CoV-2.

El trabajo contó con la inclusión de más de 200 pacientes con COVID-19 grave, y fue coordinado por el Hospital Clínic de Barcelona. Entre la lectura de sus datos se subraya que un 25 por ciento de los participantes presentó alteración funcional respiratoria, transcurridos tres meses del recibir el alta hospitalaria.

«Un porcentaje de ellos se cura, pero otro porcentaje, cercano al 10%, puede presentar lesiones fibróticas que pueden evolucionar a una enfermedad crónica y que representan una carga importante para el sistema sanitario», aclaró Valenzuela.

Existe también otro estudio sobre esta patología y su asociación y evolución a la infección del virus del Covid. Actualmente se encuentra en proceso, dentro de los laboratorios del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, perteneciente al Hospital Clínico de Valencia, y apenas acaba de empezar.

El proyecto nace como continuación de otro estudio previo, llamado ‘Cambios en los test de función pulmonar en pacientes con neumonía por SARS-CoV-2’, elaborado entre mayo de 2020 y junio de 2021. Sus conclusiones, en cualquier caso, señalan hacia la misma dirección de la fibrosis pulmonar como secuela o consecuencia del coronavirus.

Ahora bien; los datos mostraron en este caso que casi la mitad de aquellos pacientes que tenían una neumonía moderada o severa generada por el Covid-19, presentaban una alteración de la difusión pulmonar unos seis meses después del alta hospitalaria; agregando, asimismo, que un 22 por ciento de los pacientes más graves podían llegar a manifestar cambios fibróticos pulmonares.

«Son necesarias más investigaciones para averiguar más sobre la enfermedad, así como mejorar la atención de estos pacientes desde equipos multidisciplinares, que traten la enfermedad de forma integral, en el que haya neumólogos, cardiólogos y patólogos entre otros profesionales», reflexionó Valenzuela.

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