Ana Isabel Vázquez Lojo es logopeda y presidenta del Consejo General de Colegios de Logopedas y del Colegio Profesional de Logopedas de Galicia. Hablamos con ella porque la logopedia resulta en ocasiones la gran desconocida y gracias a estos profesionales, niños y mayores tienen mejor calidad de vida cuando son evaluados por ellos.
La Logopedia es una profesión sanitaria regulada y reconocida por la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). Se ocupa de la prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de todas las alteraciones que afectan a la audición, la deglución, el habla, la comunicación, el lenguaje y la voz, tanto en la población infantil como en la edad adulta.
Prensa Social: Cuando te preguntan a qué te dedicas, ¿cómo les explicas la profesión del logopeda?
Ana Isabel Vázquez Lojo: Afortunadamente cada vez se explica menos porque la profesión se conoce más. Me cuesta más, quizás, explicar nuestro trabajo en contextos más nuevos como pueden ser: la facilitación, el peritaje, la deglución o nuestro trabajo en la UCIS. Nuestra disciplina está muy arraigada en la sociedad a la infancia y la rehabilitación de las dislalias. Es cierto que cada vez más me encuentro a personas que sí han tenido una relación con los logopedas directa e indirecta con lo cual ya es más fácil explicar nuestro trabajo aunque, evidentemente, no tiene el calado de otras disciplinas sanitarias.

P.S.: ¿Tiene tu disciplina especialidades? ¿Cuáles son? ¿Y la tuya? Formalmente no existen especialidades. Ni académicamente ni profesionalmente, pero sí que es cierto que muchos logopedas se «especializan» en campos en concreto y se forman específicamente para seguir tratando trastornos o patologías concretas.
A.I.V.L.: Yo tuve más formación y más experiencia dentro del campo de la sordera. En la actualidad he tenido muchas relación con autismo y con enfermedades autoinmunes.
P.S.: ¿Crees que vuestra ayuda, en el proceso clínico y de rehabilitación, está infravalorada?
A.I.V.L.: Afortunadamente ya somos muchos los logopedas que decimos que quien trabaja en equipos multidisciplinares se siente reconocido y en muchos casos otros profesionales han mostrado su admiración a nuestro trabajo. Por tanto, casi puedo decir todo lo contrario, en los equipos multidisciplinares y nuestros usuarios o pacientes, nos valoran muy positivamente.
La dificultad está en la apuesta por este tratamiento o servicio. Y me atrevería a decir que es una cuestión más económica que de interés.
En una ocasión, en un foro de gerentes de residencias de mayores, me llegaron a decir que la contratación del logopeda estaba más que justificada pero dentro de los profesionales exigidos mínimos en estos centros, no se exigía al logopeda y por tanto ellos externalizaban este servicio.
Somos valorados, somos necesarios pero en la actualidad es el usuario quien tiene que costear todos los gastos. Por eso incidimos mucho a nivel político en la importancia de la función pública para esta disciplina.
P.S.: La población infantil y la llamada como Tercera Edad, son grupos totalmente diferentes, con necesidades específicas. ¿Qué casos son los más comunes con las que trabajáis en vuestra labor como Logopedas?
A.I.V.L.: Las consultas o centros de logopedia, es raro que no tengan algún caso de dislalia con lo cual me atrevo a asegurar que es el principal motivo de envío de logopedia en niños, aunque muchas veces detrás de una dislalia se detectan dificultades orofaciales más complejas.
Pero por supuesto, no es ni mucho menos lo único que vemos, sino que también vienen casos de niños y niñas con autismo, TDAH, dislexia, (que son muy prevalentes en la población) síndromes y enfermedades raras o neurológicas, entre otros. Existen tantos trastornos y dificultades que es imposible enumerarlas todas en este artículo.
En el abordaje de la persona mayor, lo más habitual son enfermedades neurodegenerativas, pero de nuevo recordamos que ser mayor no significa que tengas exclusivamente una patología asociada a esa edad, sino que vienen muchas personas mayores con otras enfermedades: cáncer de lengua, trastornos como la presbifonía, presbiacusia…
P.S.: ¿Cuáles son las reclamaciones que tenéis como profesionales de salud, y necesitáis que conozca la clase política?
A.I.V.L.: Cada vez que hay campaña electoral para gobernar el país, hacemos llegar nuestras propuestas que en realidad son las demandas de todo el país porque afortunadamente los logopedas vamos teniendo suficiente peso en la sociedad, y nos demandan… Pero no es justo que la Constitución habla del derecho a la sanidad pública universal y gratuita… Llega el momento en que un problema de salud como pueden ser los que anteriormente mencionados, los ciudadanos se lo tengan que pagar. Bastante merma ya una pérdida de salud en casa como para que los padres de un niño o niña con trastornos como una parálisis cerebral con afectación en el lenguaje, tengan que además costear las sesiones a lo largo de mucho tiempo.
Pedimos a los políticos que se entienda esto. Pedimos que no ocurra que un mayor se tenga que pagar la logopedia.
En muchos casos en el envejecimiento lo único que te mantiene independiente y comunicado con el mundo es el lenguaje. Pedimos que también lo entiendan los políticos.
P.S.: ¿Existen falsas creencias, bulos o malas prácticas, sin evidencia que la ciudadanía tenga que conocer de vuestra profesión?
A.I.V.L.: Sí que existen como en muchas otras profesiones. La pseudociencia y las prácticas no basadas en la evidencia están perseguidas por los colegios profesionales para velar por la seguridad de los y las usuarias.
Pedimos que ante la más mínima desconfianza por parte de usuarios o usuarias de los servicios de logopedia se pongan en contacto con los colegios para comprobar si se está aplicando el código deontológico y ético. Y si no, denunciar.
P.S.: Entendemos que la logopedia ha cambiado desde los inicios de la disciplina, ¿qué avances se han dado en este tiempo?
A.I.V.L.: Las ciencias y el conocimiento en la salud avanzan a un pestañeo. Recuerdo a un profesor en la carrera que nos hablaba de Ciencias vivas como aquellas que se te van de las manos si dejas que avancen sin ir tú a la par.
Cambia el conocimiento, los enfoques, la evidencia…
Recuerdo que cuando yo comencé la carrera se estudiaba que había una edad a partir de la cual el desarrollo del lenguaje estaba ya prácticamente perdido. Esto hacía pensar que a partir de una edad ya no se podría desarrollar lenguaje.
Hoy afortunadamente, las familias con niños con trastorno de espectro autista preverbal, no pierden nunca la esperanza porque ha habido niños que han empezado a hablar sus primeras palabras y frases a partir de los dieciséis. Y sabemos esto porque ya hay estudios que agrandan el rango de porcentaje de personas que acceden al lenguaje oral con TEA.
Estamos en continua formación, y cada vez vemos más logopedas haciendo formación sobre ensayos clínicos (tema apasionante), facilitación, peritaje, investigación…
Una opinión muy personal es que el logopeda debe reciclarse contínuamente y nunca dejar de formarse. El siguiente reto es el desarrollo en la inteligencia artificial y el logopeda al servicio de la justicia. Pero esto ya es otro capítulo.