Los viajes no siempre empujan a cruzar fronteras y dar la vuelta al mundo. España, de hecho, guarda en su mapa unos paisajes tan únicos que hasta evocan a otras tierras lejanas. ¡Conózcalos!
La riqueza paisajística de España es tan inmensa como indiscutible. Sus rincones hacen estampa de otros sitios extramuros, con el toque del turismo nacional. Por ello, no es tan estrambótico afirmar que dar una vuelta al mundo sin nunca abandonar el país es posible, por curioso que resulte; algo que además no depende de fotografías ni tecnologías ni de eventos o plataformas virtuales, sino más bien de vivir la experiencia en carne propia, dando de comer al turismo de interiores.
Aún es verano, aunque la lluvia y las frescas temperaturas de los últimos días quieran hacer creer lo contrario. ¿Tiene ganas de zambullirse en las cristalinas aguas del Caribe? Entonces visite las playas de Menorca. ¿O acaso es de los que desean vivir la experiencia de estar en el desierto? Nada como pisar las dunas de arenas de Fuerteventura, para hacerse una clara idea de esta ardiente sensación. Pero no adelantemos paisajes, ¡y empecemos directamente a dar la vuelta al mundo sin salir de España!
Navarra, la región que guarda las Bárdenas Reales de Turquía
Sí, sí; ya se sabe que las Bárdenas Reales son oriundas de Turquía, en teoría; aunque nadie lo diría al tener delante estas formaciones milenarias, ubicadas en pleno paisaje semidesértico vecino a Tudela. Toda una Capadocia turca con huella española, dicho de paso, tan increíble y con tanto escenario lunar que ni la Unesco se ha podido resistir a nombrarla reserva de la biosfera.
Insólitas y caprichosas, las formas que aquí se contemplan responden al modo en que la erosión ha ido esculpiendo estos suelos de arcillas, valiéndose para ello de yesos y areniscas. Contemplarlas es entender, clara y rotundamente, ¡por qué dar la vuelta al mundo sin cruzar frontera es posible!
La Waikiki de Tarragona
Ubicada en una de las ciudades de Cataluña, su nombre local es la Cala Fonda, aunque popularmente se la conoce como la Waikiki de la playa de Honolulu, en Hawai.
¿Cuáles son las cuestiones negativas? Que está aislada y que es de difícil acceso, carente de cualquier servicio e instalación para el público. Para acceder a ella, de hecho, hace falta un buen paseo y entrar por las playas que tiene próximas. aun así, para muchos el esfuerzo merece la pena, porque sus vistas son de talla paradisíaca.
¿Es Ibiza… o el Caribe?
Atardeceres espectaculares, aguas cristalinas, calas de blanca y fina arena… son muchos los rincones costeros de Ibiza que dejan sin aliento, aunque el gordo de la sorpresa lo da Cala d’Hort, ubicada en el corazón del Parque Natural que lleva su nombre, junto a Cap Llentrisca y Sa Talaia.
Especial como ella sola, esta hermana española del lejano Caribe cuenta con una riqueza marina enorme, dispersa en los 200 metros de longitud que contienen su playa.
¿Sabía que Guadalajara guarda un trozo de la Provenza francesa?
Los campos de lavanda ponen la guinda del pastel del mayor atractivo de la Provenza, en opinión de muchos. Dar una vuelta al mundo desde aquí es asomarse a bonitos campos ubicados en la Alcarria, visitables accediendo por los alrededores de la localidad de Brihuega, en Guadalajara. ¿Lo más recomendable? Visitarlos durante el mes de julio, ¡momento en que su floración alcanzan todo su esplendor!
De Torrevieja a las Lagunas de la Mata
La vuelta al mundo sin salir de España prosigue por estas lindes de Alicante, contenidas en un protegido natural humedal tan importante, que hasta supone un chute de desarrollo para los ciclos biológicos de numerosas especies de aves, las cuales recurren a este paisaje durante su periodo de migración.
Dos separadas lagunas componen la esencia de este parque natural: la llamada Laguna Rosa y la denominada Laguna Verde. Una coloración que, en ambos casos, responde a los pigmentos que pueblan la alicantina laguna de Torrevieja, las cuales están dotadas de una serie de bacterias muy peculiares que habitan en medios muy extremos. Su peculiar tono, entre rosado y púrpura, recuerda incluso al Lago Salado Chott El Jerid que se encuentra en Túnez, ya que éste también presenta un color rosáceo.
Las Dunas de Corralejo con las que sorprende Fuerteventura
Otro de los paisajes de España que bien podrían hacerse pasar por tierras internacionales es la estampa de las grandes dunas que se yerguen desde el Parque Natural de Corralejo, en la isla canaria de Fuerteventura.
Se trata de impresionantes montículos con siglos de formación a la espalda, gracias principalmente a la acumulación sobre rocas volcánicas de filos cortantes que tanto caracterizan a Fuerteventura.
¿Dónde y cómo visitarlas?
Desplazándose hasta el norte de la mencionada isla, sencillamente; y lo bueno es que se vislumbra a leguas de distancia, ya que ocupan unos ocho kilómetros a lo largo de la costa. ¿Lo mejor de todo? que este paraje permite disfrutar además de algunas playas casi salvajes.
Garajonay, en La Gomera
Para el siguiente itinerario turístico de esta vuelta al mundo desde lares hispanos no hace falta abandonar el Archipiélago Canario, solo aterrizar en la isla de la Gomera y dudar si la brújula del viaje le ha conducido a España o directamente al corazón de la selva amazónica.
Y es que el Parque Nacional de Garajonay de La Gomera se yergue como una laurina canaria, un tipo de bosque subtropical que lleva conservándose desde la Era Terciaria, y todo gracias a las condiciones ambientales de La Gomera. Bosques y brumas, aguas y densa vegetación, musgos y líquenes forrando los troncos de los árboles… este rincón canario es patrimonio mundial y reserva de la biosfera de la Unesco.
Una gran categorización en la que también ha contribuido la profusión de helechos de la que hace gala este espacio tan absorbente; todo un alarde demostrativo de su riqueza botánica, la cual nace y crece envuelta en la elevada humedad del ambiente.