Estimada directora:
¿Deberíamos preguntarnos el porqué del apoyo de la extrema izquierda y parte de la progresía a las «democracias» islamistas y a sus sátrapas? También del soporte a las otras «democracias» de Latinoamérica y sus dictadores.
¿En estos países existe libertad o feminismo? Resulta sorprendente que estos neo-demócratas de izquierdas sean sus máximos paladines. ¿Es progresista apoyar la Guerra Santa y las narcodictaduras? ¿Es lícito que occidente se proteja de los que sabotean nuestras democracias y cultura occidentales desde nuestras propias instituciones?
¿Estamos frente al genocidio de occidente, alimentando nuestro propio caballo de Troya?
Fernando López Clarós
Barcelona, 17.10.23