Entre las muchas subvariantes del SARS-CoV-2, Ómicron ha resultado ser la que más sublinaje ha generado (por ahora), siendo BA.4.6 la más nueva de todas ellas.
Pese a que la pandemia de la Covid-19 da sus últimos coletazos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el virus SARS-CoV-2 no entiende de caducidades, por lo que se mantiene en sus trece y sigue mutando, generando nuevas cepas y subvariantes entre la población. Tal es el caso del sublinaje BA.4.6, que el pasado 1 de septiembre fue identificado públicamente y por primera vez por el Gobierno británico.
Pero ¿qué es BA.4.6?
Poco se conoce de su origen, por ahora, aunque sí se sabe que representa actualmente más del 4 por ciento de los casos de Covid-19 en todo Reino Unido. Como sublinaje de ómicron, BA.4.6 es una mutación de tipo recombinante, esas que se generan cuando dos variantes que infectan a una misma persona forman una nueva mutación genética, la cual queda asociada directamente a una evasión inmune. Puede decirse, en este sentido, que BA.4.6 se presenta más transmisible, aunque, eso sí, no más grave.
En concreto, este sublinaje tiene una mutación en un sitio significativo antigénicamente, lo que lo identifica enseguida; pero también posee una pequeña ventaja de crecimiento (aparentemente) frente a BA.5, lo que podría darle incluso una mayor resistencia ante la pauta completa de la vacuna, o eso barajan los expertos.
Hablamos de una subvariante de ómicron, después de todo, por lo que BA.4.6 parece reunir la sintomatología propia de dicha cepa del coronavirus, a falta de que aún se defina oficialmente la lista de sus manifestaciones, desde fatiga y tos, hasta fiebre o dolor de cabeza; un contagio que también puede desencadenar otros efectos como dolor de garganta, diarrea, y hasta un periodo de incubación del virus más corto.
Cabe decir, por último, que Estados Unidos es, de momento, el segundo país en el que se ha detectado y registrado BA.4.6, notificando numerosos casos entre sus pacientes de Covid-19.
Entre las restantes formas de contagio que la variante de Ómicron ha encontrado para mantener a la población bajo el yugo del Coronavirus cabe reseñar a BA.2, a BA.2.75, Ba.4, Ba.5… entre otras, siendo estos dos últimos linajes los más destinados a predominar en la Unión Europea.
Una campaña de vacunación que no contará con la protección de este linaje en concreto
Por su parte, la FOAM o Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores ha pedido que Sanidad haga un alto en su campaña de vacunación de la segunda dosis de refuerzo contra el Coronavirus, más exactamente en su campaña de inoculación dirigido a mayores de 80 años y permanentes en residencias.
¿Su apuesta? Aguardar a esperar a la autorización de la Agencia Europea del Medicamento sobre las vacunas adaptadas a las subvariantes dominantes actualmente de Ómicron, en lugar de proceder a la inoculación del que sería el cuarto pinchazo en España, programado para empezar a administrarse a finales de este mismo mes; más cuando consideran que las vacunas bivalentes previstas a inyectarse «no aportan nada a las actuales monovalentes».
Y es que la vacuna que Sanidad inoculará, a instancias por cierto de la aprobación del pasado 1 de septiembre por parte de la AEM, no tienen nada que ver con BA.4.6. De hecho, los sueros que aterrizarán pronto en el país corresponden a las versiones originales de Comirnaty y Spikevax (de Pfizer y Moderna, respectivamente) creadas para proteger frente a la subvariante Ómicron BA.1, actualmente extinguida, así como frente a las formas iniciales del SARS-CoV-2.
Lo mejor, en opinión de esta federación, es seguir el ejemplo de la FDA de EEUU, que también ha aprobado sueros bivalentes, si bien contienen dos cepas bien diversas a las que se inocularán en España: la del virus original y las de las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5, actualmente dominantes a nivel mundial.