Saber cómo luce por dentro un cuento de Navidad es más que posible, con solo asomarse al paisaje idílico de estas localidades, los pueblos más bonitos de España.
De norte a sur y de Barcelona a Badajoz, pasando por una lista de 104 localidades integradas en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. Hablamos de municipios que, un año más y por fechas navideñas, han hecho de la captura de nuevos visitantes su objetivo final del año, vistiéndose para ello con patrimonio e historia, paisajes naturales y tradiciones de larga trayectoria, manjares navideños y planes activos, luces de ensueño y enclaves con autenticidad.
Toda una prueba contante y sonante de que para explorar bellos municipios y disfrutar de rincones desconocidos y de la cara alere de la Navidad no hace falta ir lejos, ni mucho menos. Un auténtico cuento de Navidad que escapa de las páginas de Charles Dickens para encarnarse en Santillana del Mar, La Alberca, Guadalupe o Peñíscola, Bagergue o Calaceite… por mencionar unos cuantos ejemplos.
¿Cómo pasar unas Navidades diferentes? De localidad en localidad y visitando los pueblos más bellos de España
Así, estrenemos la lista con el municipio extremeño y cacereño de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad desde hace 30 años, más o menos. Una localidad que aprovecha estas fiestas para resplandecer más que nunca, respaldado por el brillo de 367 motivos luminosos y gracias al encendido de más de 100.000 bombillas. Toda una fiesta de decoración a la que normalmente se suelen sumar 12.400 metros de guirnaldas, así como la majestuosa estampa del Monasterio de Guadalupe, centro insustituible de la decoración de toda la localidad e imán del turismo proveniente tanto de toda España como de distintas partes del mundo.
En las celebraciones navideñas de Guadalupe tampoco suele faltar la música, defendiendo su papel fundamental con conciertos y pasacalles, eventos rítmicos que contribuyen a aumentar el ambiente festivo.
En Cantabria, sin embargo, se esconde un pueblo de características casas de piedra, de esas que parecen sacadas de una postal navideña. Nos referimos a Bárcena Mayor, por supuesto, ubicado más exactamente en el interior del Parque Natural de Saja Besaya.
¿Cuál es su mayor peculiaridad?
Tal vez la arquitectura montañesa que aún hoy conserva, y que impregna la práctica totalidad de sus esquinas, o quizá sea la calma y sosiego que inspira y respira el municipio; o puede que sea por su buena comida, reconocible e insustituible.
No muy lejos de la cabeza quizá de estas localidades se encuentra Villanueva de los Infantes, en la ciudad Real de Castilla-La mancha. Un puesto prioritario que el lugar defiende a base de una agenda repleta de actividades Navideñas que empiezan antes del 24 de diciembre y terminan al son del último gong del 8 de enero, dos jornadas después de que concluya el Día de Reyes.
Son actividades pensadas y diseñadas para disfrute de infanteños y visitantes, desde el encendido del alumbrado de Navidad, un ritual de cada noche, hasta la Cabalgata de los Reyes Magos, pasando por el tradicional Concurso de Belenes, realizado en las casas de los lugareños y ya proclamado símbolo de un patrimonio ancestral y heredado.
Cuando España hace alarde de sus pueblos más bonitos
Ciertamente, en esta categoría de municipios de ensueño en Navidad no puede faltar Bagergue, en Lérida, Cataluña, el municipio habitado más alto de todo el valle del Alto Arán, ya que se sitúa a 1.490 metros.
Y es que la fachada de este pueblo es totalmente de cuento, con casas bien cuidadas, balcones floridos, hermosas construcciones de piedra, representativas de la arquitectura aranesa, y un bautismo de nieve y blancor que lo tiñe todo de pureza. Un enclave municipal que lleva desde el 2019 y por mérito propio formando parte de la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, entidad que recoge los lugares con más encanto del país.
En Castellón, sin embargo, hay un municipio que vive la Navidad con más orgullo que en cualquier otro sitio del país, desde que el año pasado pasó a la final de la octava edición de la campaña de la marca de bombones de Ferrero Rocher, pensada para iluminar las fiestas, y es la localidad de Peñíscola, en la comunidad autónoma de Valencia, que participó en el evento bajo el lema ‘Juntos brillamos más’.
Un pueblo que cada diciembre celebra su ya tradicional Mercado de Navidad, haciendo que visitantes y residentes quieran inmortalizarse con la estampa del castillo y de las murallas al fondo; y que vibren al son de conciertos con temática festiva, así como con el recibimiento de altos vuelos de Papá Noel, amén de una popular cabalgata de los Reyes Magos.
Prueba inequívoca de la larga sombra de boato que despiden los pueblos más bonitos de España es también la Puebla de Sanabria, en Zamora, que todas las tardes y como parte de su tradición ilumina su casco antiguo, haciendo que éste reluzca con un dorado muy característico; y consiguiendo además que su letrero gigante, augurio a gritos de feliz Navidad para todos los visitantes, vuelva a ser el centro de atención de todas las fotografías.
Tras una campaña de encanto y renovación, Puebla de Sanabria despliega a los pies de los paseantes unos caminos navideñamente iluminados, y eso incluye tanto la plaza y sus alrededores, como la propia muralla; enclave que, por cierto, permite observar en conjunto todo el esplendor del pueblo. Una decoración en la que los habitantes también ponen la nota, dicho sea de paso, embelleciendo el exterior de sus casas y calles con guirnaldas de luces y flores de Pascua.
Saltando de Salamanca a Teruel y pasando nuevamente por Cantabria
En el corazón de la Sierra de Francia salmantina se ubica la pequeña localidad de la alberca, concretamente en Salamanca, Castilla y León, un rincón español que defiende su puesto entre los pueblos más bonitos del país con calles y plazas que trasladan al visitante directamente a los entornos clásicos que Hans Christian Andersen gustaba describir en sus cuentos.
Arquitectura de piedra y madera, casas bajitas decoradas con flores, embellecidas tiendas de joyas… la Alberca enfunde su espíritu navideño con olor a perrunillas, turrones, obleas y demás dulces caseros, además de en los bordados tradicionales que han dado renombre al municipio y que aún hoy siguen tejiendo.
Incluso los más pequeños podrán beneficiarse de este canto a la Navidad hecho localidad, ya que podrán asomarse al belén viviente que cierra sus puertas tras la visita de los tres Reyes Magos, no sin antes permitir que sus Majestades entreguen los regalos a los menores de diez años que esa noche se encuentren en el pueblo, sean residentes o turistas.
Aunque para tradiciones y curiosas la de Calaceite, en Teruel, que suele celebrar al mismo tiempo la Feria del Aceite y la Feria de la Navidad, haciendo protagonistas de ambos eventos tanto al turrón y el aceite de oliva, como a los adornos navideños y a los regalos de la época. ¿Lo mejor?
Que al visitar las calles de Calaceite los turistas sentirán que han hecho un viaje por el tiempo hasta aterrizar en otra época, un efecto conseguido gracias a los conciertos de villancicos, a singulares portales-capilla levantados en la muralla, y a diversas calles empedradas. Un paseo redondo por la población de la comarca turolense de Matarraña, cuya guinda podrán poner asomándose a los yacimientos arqueológicos, al edificio del ayuntamiento y a su porticada Plaza de España, seña de identidad del municipio.
Santillana del Mar, por su parte, cuenta entre sus atractivos como uno de los pueblos más bonitos de España con una estampa preciosa y de lo más iluminada, permitiendo que tanto sus vecinos como sus turistas disfruten de un espectáculo de música, la Gala de Circo Internacional de Santillana del Mar.
Una clara invitación a la diversión y al buen entretenimiento, en cuya carta de eventos tampoco falta un interesante sorteo y un belén viviente, el mercadillo navideño y un festival solidario con diferentes actuaciones, así como mucho humor y magia de la mano de Christmas Cabaret; sin olvidar la puesta en escena de su cabalgata, broche de oro de la festividad en este municipio y una de las representaciones más clásicas del lugar, declarada en 2009 Fiesta de Interés Turístico Nacional.