Los médicos alertan del aumento importante de casos de pacientes con cáncer de hígado cuya causa principal es el alcohol y la dieta. Silente, sin clínica, sin dolor, sin síntomas, en un control rutinario aparecen las cifras malditas y ya es tarde.

La epidemia del cáncer tal y como refiere la Comisión de Oncología en un macroinforme acerca de la enfermedad del siglo, no solo no desaparece sino que es una de las principales causas de muerte. En España la tercera causa de muerte por cáncer es la de hígado y es el sexto tumor más frecuente en la población.

En los datos aparecidos en Jama Oncology, la incidencia ha crecido un 75% en los últimos 25 años y aunque el envejecimiento de la población es real, los principales detonantes son el hígado graso que se transforma en cirrosis sin avisar y es el responsable del 90% de estos cánceres.

El llamado carcinoma hepatocelular, es el responsable del noventa por ciento de los tumores de hígado primarios y este cáncer aumentará entre un 55 y un 60% entre 2023 y 2040, esto es: casi un millón de personas tendrán cáncer hepático.

Estas cifras que parten de Globocan, nos hacen prever que en nuestro país no será distinto por la dieta y por la gran cantidad de alcohol que se consume a diario.

El paciente que no tiene percepción de daño alguno, padece sin saberlo una enfermedad hepática crónica que puede producirle cansancio relativo pero poco más. Ésto deriva en la cirrosis que tiene mal pronóstico y un final corto si hablamos de supervivencia. En el citado informe se hace referencia a las muertes por consumo abusivo del alcohol a diario además de las personas que desarrollaban hepatitis B y C por otras causas además de la droga, todas desencadenantes del cáncer hepático.

Por ello, los expertos en hígado aconsejan cambiar antes de que dé la cara los hábitos de vida porque el pronóstico una vez diagnosticado es muy complicado de abordar y tiene un coste muy alto porque el paciente muere al poco tiempo.

Nos debe preocupar la grasa, la esteatosis hepática, el hígado graso no alcohólico, el sobrepeso, la diabetes y sobre todo la ingesta de alcohol. Aunque el trasplante de hígado es una opción si tenemos hepatitis no se concede a las personas cuya trayectoria de ingesta de alcohol responde a un patrón de alcoholismo.

España lidera los trasplantes por cáncer de hígado de esteatosis hepática no alcohólica derivada de la dieta.

El cáncer de hígado primario es prevenible tan solo tenemos que decidir qué día cambiamos de vida. Si no hay un diagnóstico precoz es muy difícil tener un pronóstico bueno.

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