El coste de las viviendas destinadas a personas mayores de 65 años en Barcelona se incrementará un 33% en el año 2024, superando su precio medio los 400 euros.
Hay quien dice que Barcelona es la mejor ciudad del mundo. A quién no le gusta pasear por las emblemáticas Ramblas, disfrutar del barrio judío, las construcciones de Gaudí, la imponente Sagrada Familia, la playa de la Barceloneta, subir a Montjuic o incluso al Tibidabo. Precisamente una subida, en este caso de precios, pone en alerta a las personas mayores de la Ciudad Condal.
¿El motivo? El incremento del precio de las viviendas sociales destinadas a personas mayores de 65 o más en 2024. Nada más y nada menos que un 33% más caras, colocándose su precio medio en los 440 euros al mes. Una gran diferencia respecto a la actualidad de uno de los principales centros neurálgicos del país y donde el alquiler es más caro junto a Madrid.

En 2024, Barcelona contará con 1.908 viviendas protegidas, por las 1433 de la actualidad
El Instituto Municipal de la Vivienda (IMHAB), propietario de los inmuebles
Conocido su precio, es el momento de hablar de propierarios. En este caso, la responsabilidad recáe en el Instituto Municipal de la Vivienda (IMHAB), propietario de dichos inmuebles y al que el respaldo del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), que llega a subvencionar hasta un 62% del costo total, frena en cuanto a los precios del alquiler; pudiendo dotar a estos de mayor accesibilidad para las personas mayores.
Una media de edad de 81 años, donde la mayoría son mujeres que residen en soledad
Así, las construcciones reciben a mayores con una media de edad superior a los 81 años. De ellos, más del 70% son mujeres que en más del 80% de los casos viven en soledad. Por este motivo, el Ayuntamiento de Barcelona ofrezca este paquete de viviendas con «servicio de teleasistencia, baños equipados para facilitar el acceso y evitar caídas, enchufes situados a una altura cómoda y salas polivalentes para poder hacer actividades comunitarias, además de servicios de conserjería, profesionales de geriatría y limpieza, y un servicio de alarmas internas por si se produce un incidente».
El objetivo de estas viviendas es ayudar a mantener la autonomía personal de los mayores, mejorar sus condiciones de vida y retrasar al máximo un posible ingreso en una residencia