Bien pudiera empezar cantando con esos versos de Serrat: «es menuda como un soplo y tiene el pelo marrón, y un aire entre tierno y triste, como un gorrión».

Conocí a Berta Brusilovsky, arquitecto, en un contexto poco amable; ese que nos hace anticiparnos a algo que queda por hacer. Hablamos el mismo idioma porque entiende, empatiza y trabaja por la accesibilidad y cuando le he preguntado los porqués, siempre me ha respondido esa frase tan manida, que queda todo por hacer. 

Y es cierto que hemos avanzado, famosa frase donde las haya, pero en el tramo entre hacerlo para todos y excluir a algunos nos metemos en un lugar tremendo que tiene que ver con la exclusión, todo lo contrario a eso que pregonan a los cuatro vientos que todo es accesible. Esos que hablan de inclusión, ¡qué lejos queda!

Prensa Social: ¿Quién es Berta Brusilovsky?

Berta Brusilovsky: Tu trabajo en torno a la accesibilidad cognitiva es impresionante. Buscas la calidad y la seguridad de las personas por encima de todo porque cuentas también con las personas con autismo o con trastornos del desarrollo.

Berta Brusilovsky

P.S.: ¿Por qué no se hace?

B.B.: Hace unos días una persona conocida me dijo que ser pionera en un tema que implica tantos intereses es complicado. Sobre todo, para que sea finalmente aceptado por las organizaciones de usuarios que podrían verse beneficiados con estos conceptos arquitectónicos, mediadores entre el usuario y la calidad en el diseño de entornos y edificios. Hay cierta resistencia a abrir la puerta a nuevos conocimientos y conceptos porque, o dudan de su eficacia o mantienen que sus caminos son los únicos para dar respuestas adecuadas a la accesibilidad cognitiva y al desempeño espacial de las personas.

P.S.: ¿Diseñar un espacio accesible es una obligación llegados al siglo XXI con la ley en la mano? ¿verdad? 

B.B.: Es una obligación con la ley en la mano por eso, como en la ley no se habla de accesibilidad cognitiva, las normas vigentes en España (leyes y decretos de referencia y el Código Técnico) no ponen en común a la arquitectura con los aspectos cognitivos y su influencia sobre los componentes de acción y de movilidad del funcionamiento humano. Y ésta es la clave para el diseño cognitivamente accesible porque los aspectos sensoriales, cognitivos y de la percepción tienen implicaciones en el diseño espacial que van mucho más allá de los aspectos estéticos, funcionales y dimensionales: ancho, alto y pendientes de las rampas o de apertura de puertas y giros de la silla de ruedas, etc. Por eso yo hablo de neurociencia y arquitectura porque el funcionamiento del sistema nervioso nos da las claves del diseño cognitivamente accesible.

P.S.: ¿Por qué se separa la accesibilidad general de la cognitiva cuando si hablamos de discapacidad tendríamos que prever todas las situaciones y carencias posibles?

B.B.: Se separa porque hasta hace pocos años no se hablaba de ese tema, era como un tabú dentro de la accesibilidad universal, tal vez por las dificultades que implicaba su concreción en materia de diseño espacial y sus complementos gráficos y/o de texto. O será porque parece más sencillo incluir la accesibilidad cognitiva en la Ley de discapacidad como si solo fuera destinada a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Sin embargo, hay una amplio espectro de personas que se beneficiarían de que los espacios sean comprensibles: personas con dificultades de orientación y de monitoreo del espacio, incluyendo el espectro autista; la infancia;  los mayores con o sin deterioro cognitivo y extranjeros, sean o no inmigrantes.

P.S.: Los derechos de las personas con discapacidad no se respetan dado que, aunque desde 2008 todo estaba por hacer, finalmente existe y permanece una inseguridad cognitiva como usted refiere.

B.B.: Se da por hecho que la respuesta la tienen las organizaciones que lideran las intervenciones en materia de discapacidad y de accesibilidad universal. Pero estas se mantienen en sus opciones: la lectura fácil y los pictogramas. Pero con eso no se va a lo más profundo con el diseño y la arquitectura. El wayfinding que se cita en la norma sobre accesibilidad europea (que se concretará en su equivalente española) no tiene sus fundamentos en el sistema nervioso en materia sensorial y perceptiva, cognitiva, física y emocional. Resulta tan importante y que, en el caso de la discapacidad intelectual, la condición del espectro del autismo y de los mayores con demencias determinan tantas veces el comportamiento de las personas. 

P.S.: Hay también una falta palpable de accesibilidad en todos los entornos. ¿Qué sigue sucediendo?

B.B.: La falta palpable de accesibilidad se debe probablemente a que su entrada en el diseño de entornos y edificios no es un componente fundamental para la inclusión. Se habla de ella  como de un concepto que se “agrega o se suma” a la arquitectura, no nace desde ella como otros aspecto  funcionales, constructivos y de cálculo estructural todos con gran carga curricular. Esto no sucede con la accesibilidad universal.

P.S.: ¿Por qué se retrasa todo? 

Con respecto a la accesibilidad cognitiva probablemente se debe a que aún no hubo un verdadero encuentro entre estos conocimientos y las instituciones públicas: son o somos grupos con escaso poder o capacidad para penetrar en un tejido que es social, política y económicamente muy fuerte: no se tienen las herramientas necesarias para penetrar a través de las barreras que ponen en peligro la accesibilidad cognitiva como concepto espacial. O no parecen ser temas clave en la economía social que tantas veces es el motor de las innovaciones. Es más importante la tecnología: si fueran soluciones tecnológicas es posible que ya hubieran encontrado su manera de ser impulsadas.

Respecto a la falta de accesibilidad universal que en 2017 debería haber estado incluida en la casi totalidad de patrimonio edificado, probablemente no se ha controlado la concesión de licencias de proyectos de nueva planta —o su ejecución— rehabilitaciones y apertura de comercios. Muchos se han llevado a cabo sin tener en cuenta este factor fundamental para el acceso a todas las infraestructuras y servicios. 

P.S.: De igual forma, ¿por qué desde las instituciones y organismo oficiales no se contempla establecer normas de diseño para la seguridad cognitiva de todos los ciudadanos sin exclusión alguna?

B.B: Porque no se ha hecho difusión de la importancia del diseño en la mejora de la comprensión de los espacios desde la arquitectura. No es un aspecto que se trabaja en la Escuelas de arquitectura, aunque algunos temas han interesado a los Colegios Oficiales de arquitectos.

P.S.: Respecto a los cambios en la ley de personas con discapacidad ¿quiénes se quedan atrás?

B.B.: Se quedan atrás en primer lugar las personas que con un diseño apropiado podrían ser más independientes, autónomas. En segundo lugar y no menos importante, los profesionales de la arquitectura que no se forman en temas clave para que las personas gocen de esa autonomía y mayor calidad de vida. En este sentido es, además, un importante nicho de trabajo para las profesiones ligadas al diseño y a los proyectos de arquitectura. Y, en tercer lugar, desde el punto de vista de la cultura inclusiva, se desperdicia al conjunto de conocimientos que en base a neurociencia ya se ha  podido demostrar que son importantes, necesarios y fiables. Lo que he llamado en algún momento una oportunidad perdida.

Los pictogramas, la lectura fácil, siempre hablamos de lo mismo, pero obviamos al resto de las accesibilidades, si me permites utilizar este término, q tienen q ver con las necesidades de las personas con discapacidad visual, auditiva, motora, etc.

En primer lugar, la Lectura Fácil no es competencia del diseño espacial. Y los pictogramas sirven para determinadas oportunidades, pero tampoco se diseña con ellos. Sirven para destacar una función, una actividad, un uso determinado o un proceso. Pero no es un componente del diseño espacial, del proyecto de arquitectura. Proyecto que los puede incorporar puntalmente como componente de apoyo para destacar lo que he enunciada anteriormente.

P.S.: Actualmente has recibido un premio que otorga IAUD International Design Award, cuéntanos algo acerca de este galardón.

B.B.: Es un premio que desde Japón con un jurado internacional. Y que, como otros, he recibido desde organizaciones internacionales como la Unión Internacional de Arquitectos y Design for all Foundation international. Creo que en España cuando ven mi trayectoria la apartan porque tal vez o no la entienden o no han considerado que una arquitecta pueda hablar, escribir y diseñar si no forma parte de una organización especializada en temas de discapacidad.

P.S.: Ha escrito también un libro titulado «Accesibilidad cognitiva, arquitectura y espectro del autismo. Claves para el diseño» que ya se ha traducido al inglés para buscar su difusión internacional. ¿De qué se trata? 

Texto escrito en colaboración con la especialista en inclusión y patios dinámicos Gey Lagar se ocupa fundamentalmente del diseño y la arquitectura. Es decir, la ruta de reconocimiento espacial, que es la menos conocida —o trabajada— dentro de los enfoques del autismo dada su dificultad para ser sintetizada en un paradigma o conjunto normativo para encuadrar, enfocar y facilitar la vida cotidiana o en situaciones de aprendizaje o de tratamiento específico de las personas. Los aspectos que se desarrollan en clave de recomendaciones (y una extensa bibliografía de especialistas en el autismo) tienen su síntesis en una estructura que reúne los aspectos de organización general, funcional, formal y sensorial de plantas y alzados y de los detalles, que son consubstanciales con la forma de ser de las personas. 

Componentes de funcionamiento que en el caso del autismo habría que tener en cuenta para buscar con el proyecto mayor facilidad de comprensión, uso y desenvolvimiento espacial-emocional de las personas desde la infancia hasta la vida adulta.

P.S.: Cite uno de los libros que considere.

Tetralogía basada en el funcionamiento del sistema nervioso humano y que permite un ajuste lo más perfecto posible entre las personas y su desenvolvimiento espacial:

  • Índice de accesibilidad cognitiva. Consideraciones para el diseño. CYAN/ Íncipit Editores (2018). 
  • Seguridad espacial cognitiva. Arquitectura: cerebro y mente (2020). 

Espacios vivenciales y terapéuticos para mayores. Arquitectura, neurología de la conducta y neuropsicología (2020)

  • Accesibilidad cognitiva. Arquitectura y espectro del autismo. Claves para el diseño (2021). Traducido al inglés (2022).

P.S.: Muchas gracias, Berta. Cuantos más pasos se den para fomentar, exigir y sobre todo proteger a las personas con discapacidad —que se sienten inermes— ante los entornos poco accesibles, mejor. Tu necesaria aportación contribuirá, sin duda, a seguir haciendo un mundo, necesariamente mejor.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí