La inflamación en el cuerpo denota muchos problemas de salud que nacen del estrés o de un conjunto de enfermedades que nos asolan por la edad, la enfermedad crónica o la salud en general.
Desde tener un cansancio inexplicable hasta tener por días dolor articular (artralgias), además de artritis, enfermedad inflamatoria intestinal, resistencia a la insulina, colesterol, asma, salud renal, entre otros síntomas, nada conectados entre sí.
Un estudio reciente avala la respuesta de la ingesta de Boswellia serrata en pacientes con muchas dolencias porque ayuda a reducir la respuesta inflamatoria a todos los efectos. Este árbol, originario de la India, Medio Oriente y África del Norte ha sido utilizado en la fabricación de determinados medicamentos ayurvédicos y se constata ya que ha mejorado la calidad de vida de los pacientes con artrosis y asma.
El extracto de Boswellia contiene ácidos boswélicos que combaten la inflamación y reducen el estrés oxidativo bloqueando la 5-lipoxigenasa y la actividad de las proteínas inflamatorias conocidas como citoquinas.
Si unimos la boswellia con la curcumina, a menudo estudiadas de forma conjunta y aplicadas en el mismo sentido, vemos cómo funcionan al mejorar la respuesta inflamatoria saludable. La curcumina es un componente de la cúrcuma y en el ensayo doble ciego con doscientos pacientes con artrosis tomado durante doce semanas analizó cómo se mejoró el rendimiento físico y el dolor articular de forma ostensible en pacientes aquejados de ello.
En otro estudio, la ingesta de boswellia y curcumina sustituyó al antiinflamatorio celcoxib, pautado para atenuar el dolor agudo de artrosis y artritis y se descubrió que tras ingerir ambos, los pacientes mejoraban los síntomas y muchos días llegaban a no sentir ningún dolor.
La reducción del uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) en paciente con artritis reumatoide, se analizó la buena respuesta en aquellos que además tomaban jenjibre y bromelina (una sustancia derivada de la piña); un hallazgo sorprendente si hablamos de calmar el dolor crónico.
De igual forma en otros pacientes con dolencias relativas al colon, colitis ulcerosa o trastornos digestivos, en un estudio aleatorizado doble ciego de personas con la enfermedad de Crohn, se vieron mejorías importantes.
Es importante saber que cuando existe sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado y se tiene una sensación de dolor abdominal, hinchazón, diarrea, estreñimiento y náuseas, se ve una respuesta importante también si toman boswellia porque mejoran los síntomas.
Igualmente sucede con el asma que ve bloqueados los leucotrienos y por ello mejora la salud pulmonar. Si padece problemas cutáneos producidos por el sol, con la boswellia desaparecen así como en pacientes con acné. En la lesión cerebral producida por alguna enfermedad, la ingesta de boswellia mejora la función cognitiva; por otro lado reduce el estrés oxidativo en la enfermedad renal y el dolor en general.
Referencias:
