Identificar el modo en que el cáncer colorrectal se las apaña para resistirse a la quimioterapia ha sido una meta muy ambicionada por la ciencia hasta ahora.

Después de reconocer a las células responsables de la recaída en el cáncer colorrectal, y de revelar nuevos factores de riesgo en las papeletas de su exposición, y de ver cómo la quimioterapia preoperatoria ayuda a disminuir su riesgo de aparición, la ciencia ha vuelto a dar un paso hacia adelante en su meta de acabar con esta patología. ¿Cómo? Identificando en esta ocasión el modo en que el tumor de colon y recto genera resistencias a la quimioterapia, llegando incluso a revelar cómo detectarlo.

El cáncer colorrectal revela un buen marcador de respuesta a la resistencia química

El estudio, publicado este martes en un comunicado oficial del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM-Hospital del Mar), y difundido paralelamente por la revista Nature Communications’, ha sido realizado por investigadores de la institución antes citada, ubicada por cierto en la barcelonesa catalana, viene a revelar el mecanismo por el cual las células tumorales presentes en el cáncer colorrectal, desarrollan ocasionalmente resistencias a la quimioterapia basada en el platino, descubriendo en el proceso un marcador que sirve para detectar esta tendencia de resistencia, precisamente.

A juicio de este equipo de científicos, la responsable de esta resistencia no es otra que la «muy destacada» acumulación del platino en las células sanas que rodean el tumor, curiosamente; una técnica que suele administrarse a un número elevado de pacientes, por cierto, y que además tiende a mantenerse incluso dos años después de acabar, provocando en el proceso una menor sensibilidad al tratamiento.

En sus datos investigativos, basados por cierto en el análisis de la evolución de una treintena de pacientes, por un lado, así como en varios estudios con ratones, por otra parte, los autores del trabajo han concluido que los niveles de la proteína de la periostina son «un buen marcador de respuesta a la quimioterapia», explicando a este respecto que ello se debe a que son un indicador de una segunda proteína, curiosamente; la cual, acumulada en las células sanas de los fibroblastos, induce a que estas faciliten la progresión de las células tumorales.

Cuando el cáncer colorrectal revela el porqué de su respuesta negativa a los tratamientos

Como conclusión, el equipo de científicos involucrado en este ensayo ha señalado que la respuesta a la quimioterapia «era mala», pero solo en las personas con un alto nivel de periostina, debido a que esta se mostraba al alza después de recibir el tratamiento.

Para la investigadora Clara Montagut, este «es un paso relevante también para comprender que el tratamiento del cáncer debe tener en cuenta no solo las células cancerígenas, sino también las células sanas que rodean el tumor».

Una opinión que el investigador Andrés Cervantes no ha dudado en subrayar, por su parte, destacando que estos descubrimientos «abren la puerta a una estrategia de oncología de precisión»; una que además permita una acción más personalizada, ciertamente, y todo gracias al conocimiento del grado de sensibilidad y resistencia a los tratamientos, básicamente.

Cabe añadir, por último, que en la realización de este trabajo también han participado profesionales pertenecientes al Institut Català d’Oncologia (ICO) y expertos de la Universidad de Oviedo, así como investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Vall d’Hebron Institut d’Oncologia (Vhio), del Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona), y del Ciber del càncer (Ciberonc).

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