Cáncer de mama, ese tumor que se propaga de noche

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Mujeres contra el cáncer de mama en Ausejo (La Rioja), foto cedida por Mari Carmen Espinosa Jadaet.

Una de las formas más comunes de cáncer, con 2,3 millones de personas en todo el mundo, según la OMS. Pero el cáncer de mama tiene posibilidades y positividades

Tras descubrir un nuevo fármaco capaz de duplicar la supervivencia en el cáncer de mama metastásico, un nuevo estudio científico ha revelado y evidenciado que las metástasis de esta enfermedad cancerígena en cuestión se forman con mayor eficacia mientras las mujeres que lo padecen se encuentran sumidas en el sueño.

El cáncer de mama: ¿un tumor vampiro?

Detectar el cáncer de mama a tiempo implica, las más de las veces, una buena reacción al tratamiento; empero, la cosa no es tan halagüeña si se detecta tarde, cuando el tumor se ha expandido y hecho metástasis.

Según investigadores pertenecientes a la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich, en Suiza, los cuales han trabajado estrechamente con el Hospital Universitario de Basilea y la Universidad de Basilea, por cierto, el tumor aprovecha el descanso onírico del organismo de las pacientes para expandirse.

¿Cómo? A base de generar más células circulantes; lo que, por descontado, podría dar un giro muy significativo en la forma futura en que se diagnostique y trate esta enfermedad.

La divulgación de este estudio y sus interesantes declaraciones científicas sobre el cáncer de mama ha corrido a cuenta esta vez de la revista ‘Nature’, y entre sus líneas se ha subrayado en qué radica la importancia de los resultados aportados en esta investigación.

Y es que el trabajo responde a la cuestión de en qué momento los tumores liberan células metastásicas, un tema resuelto hasta ahora con la suposición de los investigadores de que los tumores liberan de forma continua esas células malignas en específico.

Pero los resultados de este trabajo revelan que las células cancerosas circulantes que más adelante dan masa tumoral a la metástasis surgen principalmente durante la fase de sueño, es decir, mientras las personas afectadas descansan profundamente.

Tal y como ha resumido Nicola Aceto, líder del estudio y profesor de Oncología Molecular de la ETH de Zúrich, «cuando la persona afectada está dormida, el tumor se despierta»

¿Cómo se confeccionó este trabajo científico?

Para la elaboración de este estudio se contó con la participación de 30 pacientes de cáncer, así como con diversos modelos de ratón. Un trabajo de ciencia e investigación que llevó a los involucrados en su desarrollo a descubrir y observar que el tumor genera más células circulantes cuando el organismo está dormido.

Más aún, descubrieron que las células que abandonan el tumor por la noche también se dividen más rápidamente; lo que por fuerza implica un mayor potencial para formar metástasis, más si se lo compara con las células circulantes que abandonan el tumor durante el día. Al respecto, Zoi Diamantopoulou, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en la ETH de Zúrich, afirmó que:

«Nuestra investigación demuestra que la huida de las células cancerosas circulantes del tumor original está controlada por hormonas como la melatonina, que determinan nuestros ritmos diurnos y nocturnos».

Asimismo, el estudio indica que la hora en la que se toman las muestras de tumor o de sangre para el diagnóstico, punto clave de toda detección patológica, es base y pilar; todo un punto influyente que hace efecto en las conclusiones de los oncólogos.

«Algunos de mis colegas trabajan a primera hora de la mañana o a última de la tarde; a veces también analizan la sangre a horas poco habituales».

Como pista que verificaba su hipótesis, se toparon con el hecho de que era sorprendentemente alto el número de células cancerosas encontradas por unidad de sangre en los ratones, frente a los humanos. De hecho, fue otra sorpresa mayúscula cuando descubrieron que las muestras tomadas a distintas horas del día tenían niveles muy diferentes de células cancerosas circulantes.

«En nuestra opinión, estos resultados pueden indicar la necesidad de que los profesionales sanitarios registren sistemáticamente la hora a la que realizan las biopsias», reflexionó al respecto Aceto, añadiendo que ello «puede ayudar a que los datos sean realmente comparables».

El futuro de este hallazgo y de los investigadores envueltos en su trabajo pasa primero por averiguar cómo pueden incorporarse estos hallazgos a los tratamientos oncológicos existentes y, con ello, optimizar las terapias.

De hecho, la científica y líder del ensayo tiene planificado investigar si los distintos tipos de cáncer se comportan de forma similar al cáncer de mama, primero; y si las terapias existentes contra este cancerígeno pueden tener más éxito si a los pacientes se les trata en diferentes momentos de la vida, después.

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