Viajan por la sangre y por el sistema linfático, formando nuevos tumores lejos del sitio en el que se originaron. Hablamos del cáncer, sí, y del proceso celular de su metástasis.
¿Sabía que la metástasis es la causa de la mayoría de las muertes por cáncer? Lo que agudiza la necesidad de comprender mejor los procesos que permiten a las células cancerosas ramificarse, primero, sobrevivir en un entorno diferente, después, y formar otro tumor, a continuación, y eso los científicos lo saben, muy conscientes de que los nuevos conocimientos podrían iluminar nuevas estrategias de tratamiento.
¿Qué es la metástasis?
Tal es el caso del presente trabajo, mismamente, realizado por un equipo de científicos de la Facultad de Medicina Baylor, en Estados Unidos, cuyos datos oncológicos han llegado a identificar cuatro subtipos de cáncer, según los principales genes expresados, en una categorización formulada tras examinar las vías moleculares que utilizan las células cancerosas metastásicas.
Cabe aclarar, antes que nada, que se habla de metástasis cuando las células cancerosas pasan por un proceso de abandono de la zona donde han sembrado el tumor primario, para pasar a diseminar a otros tejidos y sembrar un nuevo crecimiento canceroso.
Según afirman los propios autores en la revista ‘Cell Reports Medicine’, los hallazgos han desvelado vulnerabilidades potenciales de cada subtipo, dado que también tienen implicaciones relevantes para la terapia. Las declaraciones de Chad Creighton, autor principal del estudio, explican muy bien este descubrimiento.
«Analizamos datos moleculares de dominio público que representan colectivamente 38 estudios y más de 3.000 pacientes y 4.000 tumores», contó el también doctor y profesor de medicina, amén de codirector de bioinformática del cáncer en el Centro Oncológico Integral Dan L Duncan de Baylor. «Nuestro análisis pancanceroso buscaba identificar vías moleculares comunes a muchos cánceres diferentes, independientemente del origen del tumor».
Y es que uno de los muchos retos a los que se suele enfrentar cualquier investigación oncológica es que las muestras tumorales de la metástasis del cáncer tienden a acumular también un abundante tejido no canceroso, en una mezcla de células cancerosas y no cancerosas, desde fibroblastos y células endoteliales normales, hasta células inmunitarias, siendo que al final todas interfieren en el análisis molecular de las células cancerosas.
Conscientes de esta complicación y a fin de eliminar todo ese ruido, el equipo de Creighton recurrió a los datos obtenidos a partir de modelos de cáncer PDX, ya que los tejidos cancerosos humanos que priman en este modelo suelen crecer hasta formar un nuevo tumor similar a una metástasis, y eso pese a ser implantados en modelos de ratón inmunodeficientes.
«Lo bueno del modelo PDX es que las células de ratón son lo bastante diferentes como para que no puedan confundirse con las humanas y, por tanto, no van a contribuir al perfil del cáncer», y así lo afirmó Creighton.
De los modelos PDX a un esclarecimiento de los tipos de tumores del cáncer
Durante el proceso de análisis de los datos tomados de estos modelos PDX, el equipo pudo definir cuatro subtipos moleculares de cáncer en las muestras PDX con metástasis, tras lo cual pudieron determinar que esos cuatro subtipos también están presentes en las metástasis de los pacientes, por un lado, y que están ampliamente representados entre los distintos tipos de cáncer estudiados, por otra parte. Son subtipos que facilitan la comprensión de los fundamentos moleculares de las metástasis, a la par que apuntan a posibles intervenciones terapéuticas que, por cierto, ya se están investigando.
«Al comparar un tumor primario con el tumor metastásico derivado de él, descubrimos que, en la mayoría de los casos, el tumor primario y el metastásico no eran del mismo subtipo», explicó Creighton. «Esto tiene importantes implicaciones para la terapia, ya que sugiere que los tumores primarios y metastásicos pueden no tratarse de la misma manera». Para este investigador y su equipo, «los resultados aportan información valiosa para el desarrollo de tratamientos personalizados del cáncer metastásico».
Entrando en detalles, la investigación recoge que mientras los tumores del primer subtipo presentan amplias alteraciones en el número de copias de genes, así como una mayor expresión tanto de genes de reparación del ADN como de genes de factores de transcripción como MYC, el segundo subtipo tiene en cambio una mayor expresión de genes relacionados con el metabolismo y la síntesis y regulación de prostaglandinas.
¿Qué sugiere todo esto?
Que los tumores del primer subtipo podrían ser susceptibles a compuestos inhibidores de MYC o inhibidores de BET, esos que actualmente se encuentran en evaluación clínica, mientras que los tumores pertenecientes al segundo podrían ser susceptibles a los inhibidores de la COX-2.
Por su parte, el tercer subtipo reveló que contenía indicios de diferenciación neuronal y alta expresión de los genes EZH2 y BCL2, dando a entender así que sus tumores podrían responder mejor a los inhibidores de EZH2 o BCL2. Por último, está el cuarto subtipo, el cual presenta una mayor expresión de genes de la vía del punto de control inmunitario y Notch; algo que, a juicio de los investigadores, sugiere que este tipo de tumores del cáncer bien podrían verse afectados por la inmunoterapia.