La vida adulta se compone, habitualmente, de rutinas diarias o semanales. Ir a trabajar, al gimnasio o recoger a los niños del colegio, son acciones que pasan cotidianamente. Y a las que estamos acostumbrados. De la misma manera, pero no con el mismo gusto, es habitual que recibamos llamadas a nuestro móvil de las compañías telefónicas o eléctricas.

Cada vez hay más empresas de este tipo y es común que quieran vender su producto a los usuarios para obtener nuevos clientes. La manera más utilizada para ofrecer sus servicios es una llamada telefónica al móvil particular. Algo muy molesto e incluso incómodo, según a la hora del día que se reciba.

‘Lista Robinson’

Pero, ¿es legal?. ¿Podemos evitarlo?. Ésta es alguna de las preguntas que nos hacemos los usuarios cuando recibimos una de estas llamadas, casi diarias.

Existe un mecanismo poco conocido que permite al consumidor oponerse al tratamiento de sus datos personales por parte de estas compañías. Es la denominada ‘Lista Robinson’. Un registro, con la mayor protección legal posible, en el que los usuarios pueden inscribirse si quieren evitar ser llamados por compañías con las que no han tenido ninguna vinculación comercial.

Captura de pantalla de la página web de la 'Lista Robinson', portal para evitar llamadas de las compañías. © 'Lista Robinson'
Captura de pantalla de la página web de la ‘Lista Robinson’, portal para evitar llamadas de las compañías. © ‘Lista Robinson’

Es importante resaltar eso último ya que no funciona para librarse de aquellas compañías con las que el consumidor ha tenido o tiene un contrato en vigor. El procedimiento es sencillo. El usuario sólo debe registrarse en la página web aportando algunos datos: nombre, DNI, clave y email para confirmar dicha inscripción.

Guardar pruebas

«Es un mecanismo todavía poco conocido a pesar de que tiene su origen en los años noventa», explica Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). También recomienda guardar todos los correos del proceso de inscripción en la lista por si fuera necesario aportar pruebas en futuras denuncias.

Además, señala que, en un plazo de tres meses desde la finalización de la inscripción en este fichero, la compañía no podrá llamar o enviar correos electrónicos y sms al consumidor.

Código deontológico de las compañías

Hace unos meses, las principales teleoperadoras españolas firmaron sus buenas intenciones en un nuevo código deontológico que, entre otras promesas, limitaba el horario de llamadas comerciales a días laborales entre las 9 de la mañana y las 21 horas. Por desgracia, esta buena práctica no se está llevando a cabo y la avalancha de llamadas aún no se ha frenado.

Todavía menos si cabe en lo que respecta al sector eléctrico, ya que las compañías se encuentran inmersas en una guerra de precios a raíz de las subidas históricas en el precio de la luz.

«Pero esta regla no siempre se cumple y algunos consumidores siguen recibiendo llamadas y mensajes. Esto puede deberse al retraso en la actualización de las bases de datos de las compañías, que puede tardar un tiempo hasta que se lleva a cabo de forma efectiva», apunta García.

Protección de datos

De todas maneras, García aconseja a los ciudadanos que denuncien estos incumplimientos a pesar de que el proceso pueda ser tedioso. Para ello, el usuario debe pedir al teleoperador que se identifique, así como solicitar los datos jurídicos de la compañía. Posteriormente, debe seguir el procedimiento para aplicar el derecho de acceso, rectificación y oposición al tratamiento, recogido en el Reglamento de protección de datos y supervisado por la Agencia de Protección de Datos.

La ley 3/2018 de protección de datos, así como el Reglamento general de de protección de datos obliga a las compañías a consultar la ‘Lista Robinson’ entre otras obligaciones para hacer valer los derechos de los consumidores. En este contexto, los códigos deontológicos firmados vienen a reafirmar el compromiso de las operadoras por cumplir con unas reglas ya establecidas.

Compromisos de las compañías

El nuevo código firmado por las teleoperadoras españolas en julio de este año hace hincapié en la prohibición de llamar a los usuarios registrados en la ‘Lista Robinson’, limita a tres intentos el número de llamadas a consumidores no contactados e impide contactar en un mínimo de tres meses al usuario que no haya mostrado interés por la oferta comercial. Además, compromete a las operadoras firmantes a no realizar llamadas comerciales entre las 15 y las 16 horas.

«Las compañías se comprometen con unos códigos de conductas que quedan muy bien para presentarlas al público, pero que casi nunca se cumplen», critica García.

Otras alternativas

Por todo ello, García explica que existen otras alternativas que, pese a no eliminar el problema, nos permite no lidiar constantemente con estas compañías. Estos «trucos» u opciones, pasan por no contestar las llamadas de números largos u ocultos, o bloquear el spam. Una acción posible en cualquier teléfono móvil.

Para finalizar, el portavoz de la OCU considera que «la única manera de hacer efectiva la protección de los datos personales de los consumidores será mediante la elaboración de una norma más incisiva que pueda facilitar que el consumidor pueda oponerse al tratamiento de sus datos».

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