¿Es usted un amante de los castillos medievales? ¿Y de su aura misterioso? ¡Estas fortalezas españolas sirven la experiencia en una bandeja turista de posibilidades!

Dormir en el interior de uno o varios castillos medievales es una de esas experiencias que mucha gente tiene anotada en la lista de deseos pendientes con la vida. Estas antiguas edificaciones de España brindan esa oportunidad y más, mientras le guiñan el ojo al pasado, reafirman la supervivencia de su presente, y firman una paz de pervivencia con el futuro. ¡No se lo pierda!

¿Qué castillos medievales de España permiten pernoctar bajo su techo y a qué precio?

A caballo entre lo único y lo icónico, dormir en alguno de estos monumentos es alojarse en un superviviente de la historia, arroparse con sábanas de antiguas sombras y mantas de ecos que no se han acallado, y dejarse mecer al son del ayer.

Y es que estos castillos medievales conservan el encanto propio que una vez les dio renombre y majestuosidad, al tiempo que lucen renovados y reformados, ya adaptados a las nuevas comodidades de la sociedad actual, esas tan características de un hotel.

Ejemplo de ello es el Castillo de Arteaga, en Vizcaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y localizado en plena Reserva Urdaibai.

Construido en el siglo XIII, se trata de un edificio mandado a reformar por la esposa del hijo de Napoleón III, la Emperatriz Eugenia de Montijo. ¿Lo mejor? Sus habitaciones, sin duda alguna, ya que conservan la esencia original del castillo, a la par que se dejan revestir con todas las comodidades propias de un hotel cuatro estrellas.

Dormir una noche en el Castillo de Arteaga cuesta unos 170 euros, aproximadamente, dependiendo de la temporada, pero lo que está claro es que el resto de sus instalaciones también compensan el desembolso; empezando por su bodega, la cual puede dar cabida a hasta 30 personas.

De Cáceres a Gerona pasando por Salamanca

No menos espectacular promete ser pasar una noche en el Castillo de Jarandilla de la Vera, en Cáceres, con su enclave natural, su silueta del siglo XIII, y los bosques y piscinas naturales que personalizan la estampa de su entorno.

Con carácter también de parador, este edificio representa uno de los castillos medievales más icónicos del país, mientras presume de haber alojado en su interior al rey Carlos I de España, quien fuera nombrado también Emperador V de Alemania. Y quizá por eso pedir posada en una de sus habitaciones implica pagar unos 190 euros, más o menos.

El Hotel Castell D’Empordà, por su parte, se ha ganado a pulso y con mérito propio el derecho a ser reconocido como una de las propuestas más atractivas que se encuentran afincadas en el norte de la península ibérica desde la era medieval.

Completamente renovado y situado en Gerona, en plena Costa Brava, el Castell D’ampordà reparte su espacio interior en 57 habitaciones, nada menos, cada una de las cuales lleva viendo correr el tiempo desde el siglo XIV, según estimaciones.

¿Cuál es su mejor carta al turismo?

Un amplio abanico de buenos e interesantes servicios, los típicos que pueden encontrarse en un hotel de cuatro estrellas, por un lado, aunque rodeado de un ambiente completamente natural, por otra parte; todo ello mientras el coste de sus estancias varía significativamente de una a otra, rondando los 100 euros, aproximadamente, la más económica de todas ellas.

Aunque puede que la fortaleza que más se lleve la palma en el campo de la rentabilidad, monetariamente hablando, sea el edificio legendario que la provincia de Salamanca custodia en su interior desde su construcción en el siglo XV, ubicado en la comunidad autónoma de Castilla y León, más exactamente en el término municipal de Topas.

Hablamos del Castillo del Buen Amor, cómo no, el fortín que el rey católico Fernando II de Aragón escogió como morada para vivir. Un edificio que durante la década de los 50 del siglo pasado estuvo completamente derruido, y que renació de sus cenizas al más puro estilo fénix, manteniendo actualmente la esencia de su primera época de esplendor y edificación, sin dejar de brindar eso sí todas las comodidades modernas con las que satisfacer a sus visitantes.

¿Sabía que es posible alojarse en su interior a partir de los 95 euros, más o menos, siempre según la habitación escogida? Aunque la caña con la que este hito medieval pesca a un mayor número de turistas es el laberinto vegetal que lo abraza, todo un elemento único, curioso y turístico que diferencia a esta fortaleza del resto de castillos medievales y antiguos y más anfitriones de toda España.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí