Cinco grandes escritores que hicieron historia con su discapacidad

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Cinco grandes escritores que hicieron historia con su discapacidad porque ésta no acalla al don de la palabra escrita.

Un homenaje a la literatura más divergente

La habilidad de escribir siempre ha sido muy democrática, siempre. Se les presenta por igual a diferentes personas, hombres y mujeres, ricos o pobres, no importa su raza ni su discapacidad.

Como prueba, este listín de cinco escritores que hicieron historia con su discapacidad y que hoy os traemos, autores que a pesar de sus carencias (o quizá gracias a ellas) hicieron de la palabra escrita un formato de inclusión, creando historia, dejando huella, contribuyendo al pensamiento social, al desarrollo cultural, a una explosiva inyección del arte en todo el mundo.

1. Miguel de Cervantes Saavedra: el Manco de Lepanto

Figura histórica por excelencia de la literatura universal, Cervantes (1547-1616) está considerado el gran escritor de la historia, junto con Shakespeare. Tanto es así que cada 23 de abril la comunidad internacional les rinde homenaje a ambos autores con el Día Internacional del Libro, en conmemoración de sus muertes.

Si Don Quijote de La Mancha, obra que escribió solo con un brazo, siempre se encuentra en los puestos más altos de las listas de los libros más vendidos de la historia y es que Cervantes quedó lisiado de un brazo en la batalla de Lepanto tras el impacto de una bala de metralla.

Sin nervios en la zona y con el brazo inerte para siempre, se dio a la tarea de crear a su hidalgo ingenioso, relevante e icónico, un personaje que casi desde su concepción revolucionó las novelas de caballería, despertando mito, leyenda, inspiración, teorías, estudios y un reconocimiento absoluto y universal.

2. Virginia Woolf: una feminista bipolar

Pensar en Virginia Woolf es pensar automáticamente en el feminismo. Británica de nacimiento y defensora incansable de los derechos e igualdad de las mujeres, sigue siendo hoy en día una de las escritoras más influyentes no solo de su época, sino también del siglo XX, con razón, teniendo en cuenta que el feminismo de nuestros días hunde sus raíces en la ideología, pensamientos, enseñanzas e influencia de esta gran autora.

Bajo su pluma puso en análisis de microscopio y crítica a la sociedad de su tiempo; de hecho, sus obras se engloban dentro del vanguardismo literario anglosajón del siglo anterior. Nació en 1882 con un trastorno bipolar, y hasta que se suicidó en 1941, llevada por ese mismo trastorno, escribió obras tan reconocidas como La señora Dalloway, Orlando, Noche y día, Una habitación propia o Tres guineas. Escritora inagotable, todos deberían conocer sus más de cincuenta obras.

3. Jorge Luis Borges: el ciego más famoso de Argentina y Suiza

Narrador, ensayista, poeta. ¿Sabíais que con 6 años ya había escrito su primer relato? Muy infantil y quijotesco, pero rebosante de energía y determinación. Argentina fue la patria que lo vio nacer, en 1899, y Suiza la bandera que le acogió hasta su muerte, en 1986. Ciego de nacimiento, está considerado uno de los escritores de habla hispana que más y mejor han contribuido a la literatura de los últimos 50 años.

En la trayectoria literaria de Borges se pueden descubrir tesoros de todo género, cuentos, poemas, ensayos… y en todos ellos la sencillez, el enigma, la mitología, la ciencia y lo paradójico dan brío, espíritu y marca de autenticidad a sus obras. Fervor de Buenos Aires, El Aleph o Ficciones son ejemplos de su creación y fama, aunque el más característico, quizá, es su Elogio de las sombras, un poemario donde el autor resalta cómo es vivir con una discapacidad visual.

4. Hellen Keller: mirando y hablándole a la cara a la sordoceguera

Sorda y ciega desde niña, durante toda su vida hizo de la escritura su escudo y arma en la lucha por la igualdad, en la demostración de que la ceguera y la sordera no son rivales cuando el propósito es fuerte, la voluntad férrea, y realmente se quiere hacer algo, como integrarse de pleno en la sociedad, aun teniendo discapacidad.

Oradora, activista y política, nació el 27 de junio de 1880 en Tuscumbia, Alabama, Estados Unidos, y a pesar de no poder oír ni ver, aprendió a escribir en braille y a articular palabras gracias a que su maestra Anne Sullivan le enseñó los sonidos y palabras según sus vibraciones en las cuerdas vocales, lo que Hellen podía sentir poniendo una mano en la garganta cuando alguien le hablaba.

Colaboradora feminista, socialista consolidada, detractora de la esclavitud y defensora de que se les dieran oportunidades laborales a los invidentes de la época, entre sus muchas obras traducidas a varios idiomas destacan La historia de mí, Canción del muro de piedra, Fuera de la oscuridad, o El mundo en que vivo.

5. Christy Brown: ni la parálisis paraliza la palabra escrita

Irlandés, poeta, escritor y pintor. Christy Brown vivió entre los años 1932 hasta 1981, aquejado durante todos sus 49 años de vida de una severa parálisis cerebral. Incapaz de moverse o hablar, aprendió a comunicarse, no obstante, a través de la escritura y la pintura, pasiones que desarrolló en la adolescencia y que pudo perfeccionar con la ayuda y colaboración de su madre.

De hecho, fue él quien contó su propia autobiografía en la obra Mi pie izquierdo, en claro guiño a la única extremidad del cuerpo que podía mover, la misma extremidad con la que escribía y pintaba y compuso obras como Una sombra en verano, Salvajemente crecen los lirios o Una carrera prometedora.

Un brindis por la igualdad escrita

Gaby Brimmer (de Méjico, tetrapléjica de nacimiento y defensora a ultranza de los derechos de las personas con discapacidad) Hans Christian Andersen (quien tuvo dislexia) John Milton (sufrió de ceguera ya de mayor), e incluso el célebre poeta griego del siglo VIII a. de C., Homero (a quien muchos estudiosos le atribuyen una discapacidad visual, si bien otros lo desmienten). Todos son ejemplos y demostraciones de que la historia está llena de creadores, artistas, inteligentes y valerosas personas con discapacidad.

Talento, inspiración, originalidad, creación. Terminamos la lista dejándoos una frase de Homero: «A problemas comunes, soluciones colectivas para cada discapacidad». Porque la escritura es el pincel de la creatividad, la voz de la imaginación, un espíritu que da vida también a la discapacidad.

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