Los diputados a través de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso, han instado al Gobierno a estudiar un teléfono gratuito contra el suicidio.
Las leyes contra el suicidio no son una novedad. Lo que sí es actual es la determinación de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados con la actitud suicida, pues ha recurrido a su Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para instar al Gobierno y exigirle la necesidad de estudiar la puesta en marcha de un teléfono gratuito para la prevención contra el suicidio.
Precaución con la conducta suicida
La proposición no de Ley (PNL) la ha presentado el PSOE, y ha sido aprobada con 19 votos a favor, ninguno en contra y 15 abstenciones. La norma insta a «valorar con las Comunidades Autónomas la posibilidad de poner en marcha un servicio gratuito de atención telefónica coordinada e integrada, atendida por profesionales de la salud mental.
El Congreso insta al Gobierno a estudiar un teléfono gratuito contra el suicidio
¿El fin? Atender a las crisis, a la ansiedad, a la depresión y a los demás problemas de salud mental, así como abordar debidamente la prevención de la conducta suicida, en colaboración con colegios profesionales y entidades sociales vinculadas a la salud mental».
Actuando contra las automuertes
En el texto, se pide desarrollar medidas de sensibilización con las CCAA, así como proporcionar información, fomentar la concienciación que visibilicen el problema del suicidio y lo hagan ver como un problema de salud pública, amén de que reduzcan el estigma social asociado y favorezcan la prevención de la conducta suicida.
De igual manera, el documento también requiere difundir e impulsar el uso del manual de recomendaciones para el tratamiento del suicidio por los medios de comunicación, elaborado por el Ministerio de Sanidad, con la participación de organizaciones de periodistas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Bomberos y Asociaciones de salud mental, partiendo en todo momento de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿El objetivo? «Lograr una información responsable y contribuir a reducir la conducta suicida». De este modo, prevalecerá otro bien mayor, la estabilidad emocional y mental de los ciudadanos.
Actuar contra el suicidio es proteger la estabilidad emocional
Las declaraciones de Ana Prieto, diputada socialista, son esclarecedoras:
«El suicidio trae consigo consecuencias devastadoras para el entorno de la persona fallecida, y las implicaciones de la conducta suicida arrasan la vida de estas personas y la de sus familias. Alrededor de un millón de personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo en todo el mundo, siendo la décima causa de muerte en Europa, y con una tendencia ascendente a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada suicidio consumado, intentan suicidarse cada año, entre los que se encuentran jóvenes y adolescentes».
Teniendo este contexto como punto de mira, Prieto ha recordado que desde el año 2008, el suicidio en España se sitúa como la primera causa de muerte no natural, incluso por encima de las muertes por accidentes de tráfico. En la lectura que de la situación hace Prieto hay cosas por resaltar.
«El número de muertes por suicidio en España creció en 2019 un 3,7 por ciento respecto al año anterior, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, un total de 3.671 personas fallecieron por esta causa en nuestro país, 2.771 fueron hombres y 900 fueron mujeres».
La opinión de la socialista es que la prevención de la conducta suicida «no se ha abordado apropiadamente, debido a la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud pública», cree, así como «al tabú existente en muchas sociedades para examinarlo abiertamente».
Una sociedad que sabe es una sociedad que se previene
«Por ello, es importante aumentar la sensibilidad de la comunidad y superar el tabú, para que los países avancen en la prevención de esta», ha expuesto Prieto.
Ciertamente la mayor parte de las comunidades autónomas han puesto en marcha planes específicos de prevención de la conducta suicida durante los últimos años, desarrollando para ello programas o procesos, o incluyendo acciones preventivas como líneas enmarcadas en sus planes de salud mental.
Una campaña que proteja la salud emocional
Actualmente, el Gobierno está trabajando en la actualización de la Estrategia de Salud Mental, con el fin de proporcionar una herramienta que «permita mejorar la salud mental de la población, y que dé respuesta, entre otras cuestiones, a la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida, y específicamente de las conductas suicidas desde la infancia y la adolescencia».
El micrófono de los diputados habla contra el suicidio
Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos, ha señalado que comparten «de manera muy importante» el espíritu de esta PNL. ¿Y por qué?
«Es muy importante superar el tabú del suicidio», ha apuntado Díaz. «Se puede prevenir, hay signos que se manifiestan y conductas que pueden advertir de que se puede producir», ha confirmado después, señalando especialmente a los medios de comunicación que «hay que informar adecuadamente y sin morbo».
Por su parte, Juan Antonio Callejas Cano, diputado del PP, ha recordado en forma de declaración, que su partido ya solicitó en su día un plan contra el suicidio en la Comisión de Reconstrucción; de modo que ha ofrecido al PSOE que ahora «copie» el plan de prevención del suicidio que está poniendo en marcha la Comunidad de Madrid.
De paso, Callejas Cano ha reclamado incrementar el número de profesionales que con su atención actúan contra el suicidio:
«Es urgente ampliar las plantillas», instó; «nos hacen faltan más psiquiatras y enfermeros especializados», matizó. «La falta de profesionales provoca que el tratamiento clínico sea sustituido por el farmacológico, disminuyendo las posibilidades de curación».