Incluir más a las mujeres con discapacidad en el mercado laboral aportaría 7.300 millones de euros anuales al PIB, según un reciente estudio.
Las mujeres con discapacidad son el colectivo laboral peor remunerado, con unos ingresos que suponen un tercio inferior a los que percibe un hombre. Tal es la conclusión del estudio ClosinGap, encargado de analizar la brecha de género en la discapacidad.
Diseccionando los factores salariales
Elaborado por el Grupo Social ONCE, con la colaboración de Ilunion y Analistas Financieros Internacionales (AFI) el estudio muestra que, a la hora de abordar la brecha en las tasas de actividad y ocupación, discrimina más la condición de discapacidad que la condición de mujer.
Según los datos informados en el mismo estudio, el salario medio anual bruto para las mujeres con discapacidad es de 17.731 euros, y para los hombres con discapacidad, de 21.339 euros; unas cifras que a la hora de hablar de las personas sin discapacidad se convierte en un salario medio de 26.923 euros, en el caso de los hombres, y en 21.092 euros, en el caso de las mujeres.
Todavía queda mucho trabajo por delante
¿Qué significan todos esos números? Que la diferencia salarial entre mujeres con discapacidad y hombres sin discapacidad es del 33,3%.
Más aún, la brecha salarial de género es mayor entre las personas trabajadoras indefinidas que entre las temporales, en cuanto al tipo de contrato se refiere, y mayor entre aquellas a tiempo completo que a tiempo parcial. A este respecto, el salario medio de las mujeres con discapacidad se encuentra en los 15.014 euros anuales en contrato temporal, según refleja el estudio, y de 18.980 euros en contrato indefinido.
En comparación, los hombres sin discapacidad tienen los salarios más altos tanto en contratos temporales como indefinidos, 19.139 y 29.166 euros de media, respectivamente. Unos datos que han llevado al estudio ClosinGap a concluir que, si las mujeres con discapacidad percibieran el mismo salario que los hombres con discapacidad, todos saldrían ganando, ya que eso supondría una ganancia bruta anual adicional de casi
690 millones de euros; en otras palabras, el 0,1% del PIB.
Más aún, si se igualara la ganancia de los hombres y mujeres con discapacidad a la de los hombres sin discapacidad, que son quienes obtienen la ganancia media más alta de todos los grupos analizados, el impacto económico adicional superaría los 3.400 millones de euros, equivalente al 0,3% del PIB.
Las mujeres con discapacidad aún requieren de más inclusión
A raíz de esta investigación estadística que pone en estudio las tasas de actividad y ocupación, se puede deducir que las personas con discapacidad presentan una menor participación en el mercado laboral, independientemente del sexo, y, por ende, también plantean menores tasas de ocupación que las personas sin discapacidad, siendo el resumen que la brecha en las tasas de actividad y ocupación depende más de la condición de discapacidad que de la condición de mujer.
Así, la brecha de género en la tasa de actividad tiende más a concentrarse entre las personas sin discapacidad, siendo prácticamente imperceptible entre las personas con discapacidad.
Estos datos «confirman con una abrumadora rotundidad lo que ya conocíamos, que mujer y discapacidad es un binomio que, en demasiadas ocasiones, significa vulnerabilidad, exclusión, riesgo», dijo el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, dejando claro enseguida que «no estamos dispuestos a ello».
Porque la inclusión laboral favorece a todos
El estudio calcula que la mayor inclusión de mujeres con discapacidad en el mercado laboral aportaría 7.282 millones de euros anuales al PIB español, lo que representa el 40% de los 18.800 millones de euros que sumaría la economía española cada año, de llegar a producirse una mayor inclusión laboral de las personas con discapacidad en general.
Basta ver la elevada parcialidad en los contratos de las mujeres con discapacidad que han logrado acceder a empleo, para comprender que esto sí supone un coste de oportunidad para el PIB, hasta los 1.000 millones de euros anuales.
Sin brecha sí hay paraíso
Si desapareciera la brecha salarial entre hombres y mujeres con discapacidad, se estaría hablando entonces de una cantidad con un impacto económico adicional de casi 700 millones de euros, según informa el estudio, lo que a su vez ascendería a 3.400 millones de euros, si el paraíso existiera y se igualaran los salarios de las personas con discapacidad al de los hombres sin discapacidad.
Factores como la duración del contrato (indefinido o temporal) y la jornada laboral (completa o parcial) forman parte de las condiciones laborales que las personas se encuentran en el mercado de empleabilidad. Y en el presente estudio, de hecho, se observa que las mujeres, tengan o no discapacidad, aguantan con mayor frecuencia que los hombres de ambos colectivos contratos menos estables, por lo que se puede afirmar que las desigualdades vienen explicadas por el género, siendo las mujeres con discapacidad las que presentan una tasa de temporalidad y parcialidad más intensas.