Cognición: este test mental le dirá si tiene o no una demencia senil

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¿Interesado en saber si usted o una persona familiar de su entorno tiene o no una demencia senil? ¡Realice este test mental gratuito de Folstein y descúbralo!

El test mental confeccionado por Folstein es una herramienta útil que emplear contra el desgaste cognoscitivo, pues ayuda precisamente a eso, a revelar si la persona que lo realiza tiene o no un principio de deterioro cognitivo, bien sea Alzheimer u otro tipo de enfermedad categorizada como demencia senil.

¿Cómo funciona esta alerta de deterioro cognitivo?

Ideado en 1975 por Marshal F. Folstein y McHung, se trata de un mini test mental gratuito que vio la luz bajo las intenciones de sus autores por crear a priori un análisis conciso y tipificado de la situación mental, a fin de poder distinguir las alteraciones funcionales y orgánicas que suelen padecer los enfermos mentales con alteraciones neurológicas y, a partir de ahí, vigilar su evolución.

Se trata de una herramienta de evaluación gráfica que permite advertir acerca de la presencia de delirio o déficit cognitivo. ¿Puede sustituir a una evaluación clínica? Absolutamente no, ya que ni permite detallar la zona neuronal dominada por la alteración, ni deja conocer la causa concreta del padecimiento.

A pesar de sus flaquezas, es muy útil, sin embargo. Y su éxito fue tal e inmediato desde que vio la luz que aún hoy en día se sigue utilizando, sobre todo para detectar y valorar los deterioros cognitivos, especialmente los vinculados al Alzheimer y a otras enfermedades neurodegenerativas.

Si bien fue confeccionada originalmente en inglés, existe actualmente una versión de este test mental traducida y adaptada al castellano. Se llama MEC de Lobo, está validada en el país, cuenta con la autorización de los titulares de los derechos de Copyright, cedidos en España a Tea Ediciones, y es un pequeño examen cognoscitivo que sigue los mismos parámetros de funcionalidad que la establecida en su día por su homónima en inglés.

Ya se realice su versión en el idioma de Shakespeare o en el de Cervantes, lo cierto es que este test mental fija una puntuación mínima y máxima, un barómetro con el que determina la aparición o no de la demencia senil, por leve que sea su presencia en el cerebro.

Así, la franja de puntos establecida oscila entre los 30 y 35 puntos, siendo el primero de ellos el más utilizado a nivel internacional a la hora de describir de forma general las comparaciones. Según lo expuesto en sus instrucciones, se considerará que existe déficit cognitivo cuando la cifra obtenida tras la realización de los ejercicios sea igual o menor de 23.

Con 27 puntos obtenidos o más, se considerará un estado mental normal; ¿traducción? Que la persona tiene una adecuada capacidad cognoscitiva. Con 23 puntos o menos, el test mental dictamina que hay una sospecha patológica de desgaste neurológico. Entre los 12 y los 23 puntos, se alerta de un principio de deterioro, y entre los 9 y los 12 puntos se declara la aparición de demencia. Aquellos que saquen 5 puntos son diagnosticados por este test mental como pacientes en fase terminal, personas cuya mente está totalmente desorientada.

¿Cuáles son las áreas que analiza este test mental?

Esta pequeña prueba cognitiva analiza un diverso espectro de áreas neuronales, empezando por la orientación temporal y espacial, por un lado, y continuando por la fijación, es decir, la memoria inmediata. Asimismo, estudia la memoria diferida, la concentración y el cálculo y el lenguaje; para lo cual recurre a la denominación, la repetición, las órdenes, la escritura y la lectura y el dibujo.

Teniendo esto como meta, las preguntas planteadas a resolver en este test mental son igualmente diversas, si bien están encaminadas a advertir la flaqueza o vacilación de cualquiera de las áreas antes señaladas, por lo que una respuesta conlleva a la obtención de puntos, en función de si se ha acertado o fallado.

De modo que la persona que realice este mini test responderá a cuestiones como la fecha o estación actual en la que estamos, en qué ciudad o país. Deberá repetir además una serie de palabras antes mencionadas, independientemente del orden en el que fueron formuladas, llevándose un punto por cada palabra correcta.

Repetición, aprendizaje, memoria… en este test mental se opta por darle al paciente palabras elegidas previamente que además no guarden relación entre sí, animándole con su mención a aprenderlas y retenerlas en la memoria, hasta que pueda repetirlas seis veces, como máximo. Al paciente, por supuesto, se le informa que debe memorizar tales palabras, ya que tendrá que volver a decirlas más adelante.

En cuanto a la detección de deterioro en las áreas de concentración y cálculo, el test mental recurre a plantear al paciente la realización de sustracciones de tres en tres, alcanzando un máximo de cinco; cada respuesta correcta se premia con la entrega de un punto. A diferencia de lo sucedido con las palabras, en esta categoría no se debe repetir, ni la cifra musitada por el paciente ni tampoco hacerle una corrección a su número.

La memoria diferida, por su parte, se lleva tres puntos, y en ella la persona que realice el test mental ha de nombrar las palabras anteriormente aprendidas, sin importar el orden. Ahora bien, aunque en esta fase se le puede motivar, no se le puede dar pistas.

En el apartado del lenguaje, en cambio, se busca calificar la capacidad del paciente para repetir una frase algo difícil, y para identificar y nombrar diferentes elementos (denominación), enseñándole para ello distintos objetos que deberá identificar y nombrar.

También se le insta a responder a las órdenes como coger un objeto de una forma concreta, instruyéndolo eso sí en tres pasos determinados; ¿con qué fin? Para examinar su atención, comprensión y ejecución.

En el área del lenguaje de este test mental también está incluido la pauta de hacerle escribir al paciente una frase con sujeto y predicado que además tenga sentido; mandarle a leer una orden sencilla y específica que deberá ejecutar, a fin de comprobar que retiene lo leído; y decretarle a copiar con la máxima exactitud posible los trazos de un dibujo previamente señalado, como por ejemplo dos pentágonos entrelazados; por supuesto, aquí no se tendrá en cuenta el temblor, las líneas desiguales o no rectas.

En cualquier caso, la duración de la elaboración de este mini test mental no supera los diez minutos, lo que es una suerte, porque permite realizarlo repetidas veces y de forma rutinaria. De igual forma, cabe matizar que las conclusiones extraídas tras la realización de este test mental se brindan a título informativo, meramente, no es ni conclusivo ni médico.

Por ello recomendamos consultar al médico que corresponda y mostrarle los resultados obtenidos, ya que como especialista sanitario es el encargado de diagnosticar si la persona sufre definitiva y realmente o no de Alzheimer o de cualquier otro tipo de demencia patológica.

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