Cefalea, dolor de cabeza y un mal neurológico. La migraña es muy común dado que presenta diversos síntomas, causas clínicas y, más importante aún, puede mitigarse gracias a los eficaces remedios caseros.

La migraña no es un dolor de cabeza al uso. Y es que no solo llega a causar incapacidad, sino que además tiene una alta prevalencia y provoca un gran impacto en la vida de quienes la sufren, condicionando sus relaciones sociales y familiares, académicas y laborales.

¿Qué es la migraña?

Una patología en toda regla, con muchos bulos injustos a su alrededor, y todos los trastornos anatómicos y fisiológicos que entraña. Se trata de la enfermedad neurológica más frecuente hoy en día, que aqueja a más de 5 millones de personas en España, según la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE); cifra que se dispara a más de mil millones de personas, escalofriantemente, cuando se habla de afectados en todo el mundo.

Tan alta es la discapacidad que conlleva la migraña que, de hecho, supone la primera fuente culpable de años de vida perdidos por discapacidad en mujeres jóvenes, tal y como recogen los datos de la citada asociación, siendo la segunda causa de discapacidad más común a nivel global.

Hablar de su prevalencia es aludir a un factor que varía en función de la edad y el sexo del paciente, aunque es verdad que la estimulación que se le da oscila entorno a una prevalencia del 9 por ciento en la infancia y en la adolescencia, aproximadamente, aumentando ligeramente al 12 por ciento entre el colectivo de edad adulta; porcentajes que, de todos modos, están infraestimados, seguramente.

En cualquier caso, la migraña permanece presente durante la mayoría de la vida de quien lo padece, llegando a perturbar sus años más productivos, por lo que es una enfermedad que demanda un reconocimiento y una comprensión por parte de la sociedad.

Hablamos por tanto de una enfermedad neurológica, discapacitante y bastante severa que «está infradiagnosticada», en palabras de SEDENE, siendo una patología «que requiere comprensión y un diagnóstico temprano».

¿Cuáles son los síntomas de la migraña?

Pese a ser uno de los tipos de cefalea más comunes, desde SEDENE advierten que la migraña no debe confundirse con un dolor de cabeza común y corriente, mucho más habitual, ya que son trastornos bien diferentes, siendo la migraña mucho más intensa, generalmente.

De causas multifactoriales y un amplio abanico de síntomas, diversos estudios han comprobado que tanto el calor y la exposición prolongada al sol, como los cambios de horarios de actividad o el consumo de determinados alimentos propician la aparición, agudeza e intensidad de la migraña.

«Aunque el dolor de cabeza es el síntoma más conocido, en realidad la migraña tiene toda una constelación de síntomas que pueden suceder en distintas fases», tal y como matizan desde Quirónsalud, cuyos expertos presentan a la migraña como una cefalea primaria cuyos episodios de dolor, sin tratamiento adecuado, pueden durar más de cuatro horas.

A juzgar por lo que detallan los sanitarios de Quirónsalud, durante la primera fase de la migraña, la llamada etapa prodrómica, los bostezos, el cansancio y la irritabilidad constituyen los síntomas más frecuentes de esta afección, junto a los problemas de concentración, el antojo por ciertos alimentos y la sensación de lentitud mental.

Una constelación de huellas que, al tratarse de cefalea acompañada de aura, implica una migraña que se manifiesta a través de diferentes trastornos sensoriales. ¿Como cuáles? Hormigueo en una mano o en un lado de la cara, por ejemplo; dificultad del habla o del lenguaje, mismamente; e incluso mediante puntos ciegos o destellos de luz en el campo visual, sin ir más lejos, amén de una pérdida de la visión o cambios en la misma.

¿La migraña se puede combatir?

Sí; y en muchos casos, además, afortunadamente, sin mucha farmacología y más bien con opciones de tratamientos fáciles de realizar desde casa. Lo que es toda una suerte, por supuesto, ya que son remedios diferentes que permiten continuar con las actividades cotidianas.

Y es que para entender mejor porqué las personas aquejadas de migraña sufren de una peor calidad de vida es preciso señalar al modo negativo en que la patología impacta en su día a día, tanto en un grado personal como a nivel familiar y social. ¿Por qué? Dado que los pacientes con migraña suelen esquivar hacer ciertas actividades sociales o, como mínimo, acaban por reducir la cantidad de veces en que las practican, y todo por miedo a sufrir un ataque de dolor intenso de cabeza, ya sea mientras dure el evento o después.

Una amenaza de dolor en el que también influye la durabilidad del episodio. En este sentido, desde Sanitas indican que la migraña puede durar de 4 a 72 horas, entre pequeños intervalos sin dolor; un tipo de cefalea que además suele ser unilateral, dicho sea de paso, donde el dolor se deja sentir en uno de los lados de la cabeza, únicamente.

A ello se suma el carácter pulsátil de esta afección; un rasgo que ocasiona que la persona que padece la migraña sienta latidos en el lugar del dolor, siendo la intensidad un grado bastante oscilante que varía entre lo moderado y lo grave, empeorando con la actividad física, por un lado, y presentándose acompañada de náuseas, vómitos, fotofobia o fonofobia.

No obstante, el evitamiento de las actividades que atraen a la migraña acarrea sus propias consecuencias, cómo no, empezando por la parte psicológica de un sentimiento de culpabilidad, cuyo ardor además se ve redoblado por la incomprensión de la enfermedad por parte de familias y amigos y otras personas allegadas que rodean al paciente.

Una incomprensión que a la larga supone más pacientes en consultas de pediatría y en la adolescencia, tal y como denuncia SEDENE, empujados por el estigma nacido de la ausencia de comprensión del entorno que los rodea, y todo por causa del desconocimiento de la enfermedad.

De hecho, la migraña en jóvenes y adolescentes tiende a relacionarse con la presencia de dificultades de atención académica, según SEDENE, así como a más absentismo escolar, amén del ya mencionado empeoramiento de la calidad de vida. De ahí que desde la asociación subrayen la importancia de llevar a cabo campañas de concienciación, como lo es #MigraCómic: Mi Migraña sin Bulos, iniciativa que ha visto la luz hace relativamente poco.

Pero la migraña tiene sus propios remedios caseros

Según el consenso de los especialistas, darse un baño de agua tibia y colocarse alternativamente compresas de agua fría y caliente en la frente y en la base del cuello son una buena pauta para tratar la migraña, igual que recibir masajes en el cuello y/o en la nuca, y guardar reposo y silencio en un lugar oscuro, sin ruidos externos que rompan la calma.

Asimismo, entre las directrices que los expertos suelen ofrecer para prevenir la migraña destaca el hacer ejercicio con regularidad y fomentar la ingestión diaria de agua en cantidades abundantes, explicando que pueden mitigar los dolores de cabeza propios de esta afección en un 90 por ciento de las veces.

También aconsejan mantener el correcto descanso, es decir, dormir cada día las horas debidas; no tomar esos alimentos que en cada persona han demostrado poder agravar el problema, no consumir ni alcohol ni tabaco, y Evitar situaciones de estrés.

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