Cómete Tus Miedos es el nombre de la asociación que ha fundado una joven de 26 años, Marta Tena, tras superar la anorexia nerviosa que estaba devorando su vida.

El lema elegido, por votación popular, para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental de este año: «Salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú», no podía ser más acertado para contar la historia de Marta. Porque ella también pensaba que los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) eran cosa de otros.

El control del descontrol, como ella lo denomina  

Todo empezó cuando una Marta de apenas 17 años empezó a sentirse incómoda frente al espejo. Estaba atravesando una etapa de cambios.

Había tomado la determinación de abandonar su Zaragoza natal para cursar la carrera de ingeniería en Madrid.

Esta joven de menuda estatura pasó de 69 a 42 kilos en un breve espacio de tiempo. Perder peso le hacía ganar una supuesta confianza en sí misma.

Hoy, reconoce en una entrevista a Prensa Social que «aferrarte al peso y a la comida es una forma de poder tener algún tipo de control sobre tu vida, pero al final es un falso control, porque es él el que te controla a ti».

Y poco a poco la anorexia fue dando bocados a su estabilidad física y psicológica. Tras seis años conviviendo con la anorexia, se puso frente a aquel espejo para plantarle cara a la enfermedad.  

En las redes descubrió que no estaba sola

En ese punto de su vida, Marta empezó a escribir en redes sociales bajo el hashtag #CómeteTusMiedos.

Marta Tena, fundadora de Cómete Tus Miedos trabaja con su ordenador.
Marta Tena trabajando con su ordenador. Imagen cedida por M. Tena.

«Estaba un poco casada de esconderme, de que la gente me mirase mal por tener un trastorno alimenticio, y me “reboté” un poco, por así decirlo. Entonces decidí que debía dar visibilidad a la anorexia», pensó Marta.

«Empiezas a darte cuenta de que es una enfermedad que tú no eliges, porque nadie decide tener cáncer. Es una enfermedad que se come toda tu vida»

A través de su cuenta de Instagram no sólo compartía sus inquietudes, sino que comenzó a recibir un torrente de testimonios, preguntas y también respuestas.

Anorexia y problemas identitarios

La no pertenencia al grupo, ese no encajar, alimenta a menudo este tipo de trastornos. Como apunta Marta «tú caes en estas enfermedades porque no sabes quién eres, y quieres complacer a los demás. Al final todo el proceso psicológico de recuperación es definir tu identidad y encontrar tu sitio en el mundo».

Tena reconoce que a lo largo de estos seis años de recuperación ha experimentado un proceso de descubrimiento personal, de buscarse a uno mismo; y lo más importante, de llegar a encontrarse.

Cómete Tus Miedos: la asociación

En febrero de 2020, justo antes de estallar la pandemia, organizó en Zaragoza el primer foro para la recuperación de la anorexia titulado: #CómeteTusMiedos.

Después, junto con las doctoras Montserrat Graell Berna y Ascensión Blanco Fernández transformó aquella etiqueta o grito de guerra en una asociación bajo el mismo nombre.

Marta confiesa a Prensa Social que ella tienes tres palabras que son como un mantra: concienciar, inspirar y colaborar.

«Se trata de concienciar de que estas enfermedades existen. De inspirar, porque se puede salir de ellas, aunque cuando estás en el agujero es muy difícil conseguirlo. Y también de colaborar con todos los profesionales para hacer fuerza», asegura.

Prevenir la anorexia

En la actualidad, la joven trata de acercar esta terrible enfermedad a pacientes, padres, colegios, y a toda la sociedad en general.

Como paciente experta emplea la metodología experimental para hacer llegar su mensaje.

Joven dando una conferencia tras un atril.
Marta Tena en una ponencia. Imagen cedida por M. Tena

Y esto entronca con el espíritu del ejército de los valientes. Son voluntarios, personas como ella, que han atravesado este camino, y ahora ayudan a otros a seguir dando pasos hacia la recuperación.

«A mí me ha pasado, y le puede pasar a cualquiera», repite incesantemente en sus intervenciones.

Reconoce que la vida le puso en su sitio: justo frente a aquel espejo que le devolvía una imagen distorsionada de la realidad. Pero ella ha sabido superar y aprender de la enfermedad.

Y es que Marta, como la Alicia de Lewis Carroll, ha logrado atravesar el espejo.

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