Mantener el baño con buen olor puede resultar a veces una proeza, y más cuando son muchos quienes lo comparten. ¡No se pierda estos trucos para conseguirlo!
El cuarto de baño es una de las estancias de la casa que más limpieza exigen, pudiendo aparecer como el escenario de un crimen contra la higiene o como toda una invitación a pasar, luciendo impecable, acogedor y aromático: toda una entrada perfumada que inspira sensaciones agradables. Para ello, le dejamos unas cuantas ideas y trucos magníficos para que el buen olor flote en su cuarto de aseo, sin necesidad de andar rociando ambientador cada rato.
¿Cómo puede mantener un baño con buen olor?
El primero de estos trucos es desistir de mantener las toallas húmedas; de hecho, conservar cualquier prenda húmeda es malo tanto para el baño como para cualquier otra parte de la casa, así que es mejor optar por tenderlas al sol o en cualquier otra parte aireada y dejar que se escurra el agua; una vez secas ya se podrá volver a colgar en el baño. En este sentido, se recomienda cambiarlas con frecuencia, y dejarlas extendidas al ir a guardarlas, en vez de conservarlas dobladas.
Otro truco infalible para mantener el baño con buen olor es combinar agua y suavizante en un recipiente y rociar la mezcla de cuando en cuando a las toallas. ¿Y para qué? Para que huelan bien aun estando expuestas a esos malos olores tan propios del baño.
Y hablando de aromatizar… se dice que hacer esto con aceites es otro método infalible de tener un baño con buen olor y cero ambientadores químicos. Solo valen los aceites aromáticos, eso sí, ya que son muy útiles en el cometido de perfumar la casa.
¿Cómo funcionan? Cogiendo un algodón y empapándolo en el elegido aceite aromático elegido, ubicándolo después en algún punto estratégico del servicio. ¿Como cuáles? Dentro del bote donde se guarda el cepillo de dientes, por ejemplo; en el interior del rollo de cartón del papel higiénico, mismamente, o en la base interna de la papelera, antes de poner la bolsa de basura, eso sí; de tal modo que el ambiente se perfumará cada vez que se abra el contenedor.
Siguiendo esta misma línea de razonamiento, es innegable que ubicar jabones aromáticos en diferentes zonas del servicio también es una forma de que el baño huela bien, eligiendo estos artículos en función de su perfume y preferencias.
Se dice asimismo que, al perfumar el cepillo sanitario, es decir, la escobilla del váter, se contribuye a mantener el baño con buen olor; así que ese es el siguiente truco que le ofrecemos, añadirle unas gotas de aceite esencial al cepillo una vez se ha terminado de limpiar, emanando un olor agradable mientras se va evaporando poco a poco. Después de todo, el cepillo sanitario no tiene necesariamente que oler mal.
Más ideas y apuestas para no usar ambientador, pero sí conservar el baño con buen olor
Otro truco pasa por aprovechar el toque ácido del limón, sacándole partido a las fabulosas propiedades de este fruto. Y es que el limón tiene el poder de neutralizar malos olores, gracias al ácido cítrico que posee, siendo capaz de dejar una fragancia agradable a su paso.
¿Cómo usarlo para limpiar?
Fácil, pasándolo por el cuarto de aseo después de terminar de limpiar la zona con el detergente habitual de turno; así, el efecto de su aroma permanecerá impregnado en las superficies, haciendo durante horas su trabajo aromático.
El bicarbonato también es un gran aliado de un baño con buen olor, siendo un ingrediente casero y confiable, capaz de fulminar a la peste más hedionda. ¿Cómo usarlo en favor de la limpieza del baño? Mezclándolo con agua hirviendo e incorporándolo a la rutina de la limpieza, vertiéndolo primero sobre las superficies y dejándolo ahí un rato, retirándolo al cabo de unos minutos.
Por otra parte, añadir un chorro de detergente en la cisterna es un acto muy aplaudible en el objetivo de conseguir un baño con buen olor, ya que al tirar de la cadena el producto se mezclará con el agua y emanará un olor agradable, el cual flotará durante un buen tiempo en el ambiente.
Hay gente a quienes no les gustan los ambientadores químicos. ¿pero sabía que se pueden hacer también desde casa? Y lo mejor de esto es que pueden darle un buen olor al cuarto de baño en la medida justa de las preferencias de uno mismo. Son prácticos, y económicos, y efectivos, y no menos aromáticos. ¿Cómo se hacen?
Sencillo, echando mano de un frasco vacío, palitos, alcohol, agua y uno de esos aceites aromáticos que tan bien combinan en la limpieza del hogar, como la lavanda o el eucalipto o la menta, la naranja dulce o el árbol de té.
Frente a todos los consejos arriba mencionados, el primer y más fundamental truco para mantener el baño con buen olor es airear el espacio a diario; y no un rato corto, ojo, sino durante 20 o 30 minutos, ya que la ventilación permite que el mal olor circule hasta desaparecer; ello permitirá asimismo que los virus y bacterias acumuladas desde la última ventilación también desaparezcan, pudiendo así respirar mejor, además.