El verano es, comúnmente, la estación más ansiada y añorada. El otoño, en comparación, no tiene muchos fieles, y menos entre las personas con pieles atópicas, resignados a presenciar cómo el árido clima agravia su problema cutáneo. La dermatitis atópica es una enfermedad que no da tregua, y en el presente artículo le traemos las claves para su cuidado, siguiendo las directrices de CERAVE y del Consejo General de Enfermería.

¿Cuáles son las claves principales para batallar contra la dermatitis atópica?

Como disfunción de la barrera cutánea que es, la dermatitis atópica se caracteriza por hacer brotar de la piel la sequedad, el prurito, el eczema y el engrosamiento de la epidermis. Asociada a un intenso picor, la constancia en los cuidados y el tratamiento son las únicas técnicas que permiten reestablecer la barrera cutánea, controlando el picor durante el proceso hasta reducirlo e, incluso, borrar las lesiones causadas.

El otoño, seguido muy de cerca por la primavera, son las peores estaciones para las personas con dermatitis atópica. ¿Y por qué? Ya que los síntomas de estos pacientes suelen exacerbarse, o así lo ratifica Guadalupe Fontán, sanitaria del Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería, que, junto a otros colegas del sector, forma parte de los profesionales que asisten a esta campaña.

Aprovechando la actual celebración de la semana del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, y a instancias de la campaña ‘En la piel de la enfermera’, capitaneada por el Consejo General de Enfermería (CGE) en colaboración con CERAVE, ambas entidades ponen en marcha este educativo proyecto cuyo único objetivo, sencillamente, no es más que potenciar la formación enfermera en el cuidado y prevención de las afecciones de la piel.

Los consejos volcados van desde la higiene y cuidado diarios hasta la hidratación dos veces al día con un emoliente adecuado y sin perfume, tocando incluso el tipo de ropa, el hogar o el estilo de vida.

Primera pauta contra la dermatitis atópica: romper la espiral del picor

La clave de esta pauta la ha dado María Cruz Pérez Llorente, enfermera de la Unidad de Dermatología y Venereología, del Hospital Río Hortega de Valladolid, quien en sus explicaciones abogó por dejar claro y bien machacado que «la constancia es esencial cuando hablamos de dermatitis atópica». Ello significa que «la hidratación debe ser diaria, las duchas cortas y con agua tibia y hay que evitar frotar la piel», enumera. «Por ello, hay que evitar el uso de esponjas y para secarse, por ejemplo, recomendamos emplear toallas de algodón y hacerlo a pequeños toques, sin fricción».

Y es que el picor es uno de los síntomas más molestos con los que tienen que lidiar los afectados de dermatitis atópica, como ya hemos indicado antes; un picor que, de tan intenso, puede llegar a desembocar en el rascado constante de la piel, lo que a su vez deriva en un picor aún mayor, empujando de nuevo al rascado y generando así una espiral de la que luego es difícil salir; especialmente porque puede convergir en lesiones susceptibles de infectarse.

Los picores que sufren las personas con la dermatitis atópica son tales, que muchas veces merman gravemente su calidad de   vida. Una precariedad que, en el caso de los niños, supone una molestia tanto para el niño como para los padres.

Todo ello explica la importancia de «recurrir siempre al tratamiento farmacológico que se haya prescrito por el profesional sanitario y nunca automedicarse». Amén de utilizar productos hidratantes que, por su condición de emolientes, son frecuentemente recomendados.

En este sentido, es importante conservarlos en la nevera, ya que el frío que allí puedan acumular contribuirá a alcanzar el alivio cuando llegue el momento de aplicárselo en la piel. Otras técnicas, pequeñas pero muy eficaces, es la de mantener el pijama húmedo en contacto con la piel, o la de aplicarse vendas mojadas en la zona.

«La formación de los pacientes y de sus padres, cuando hablamos de niños, es fundamental para conseguir el correcto control de la enfermedad», expuso Álvaro González Cantero, dermatólogo del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

«Muchas veces, cuando nos llega un paciente nuevo que ya ha probado varios tratamientos y no sabe qué hacer, la clave no está tanto en cambiar el tratamiento como en que sepa cómo y cuándo debe aplicarlo y conozca los cuidados que pueden ayudarle. Para ello, es fundamental contar con enfermeras expertas que les expliquen paso a paso estos cuidados», señala el también miembro del Grupo Pedro Jaén, «resuelvan sus dudas y les ayuden a incorporarlos a su día a día».

Un panorama que, al hablar por ejemplo de los más pequeños, «con una información adecuada, una buena hidratación y algún antiinflamatorio tópico conseguimos controlar la mayor parte de los casos», tal y como resuelve el dermatólogo.

Una apuesta por la formación e investigación

No es esta la primera vez que el Consejo General de Enfermería y CERAVE colaboran estrechamente; de hecho, los materiales de esta info-guía de las claves en el cuidado de la dermatitis atópica son los segundos materiales que presentan en equipo, un proyecto nacido del fruto de su colaboración y llevado al puerto de la información para los afectados y el resto común de la gente.

«’En la piel de la Enfermera’ es una campaña de amplio recorrido que se inició hace unos meses y contempla varias acciones, todas ellas dirigidas a enfermeras», explicó Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

«Comenzamos en abril con la realización de seminarios web que están teniendo una acogida espectacular, con miles de enfermeras inscritas, y el lanzamiento, a finales de julio, de los primeros materiales para el cuidado de la barrera cutánea, comprometida en múltiples afecciones», detalló. «Además, hemos puesto en marcha la primera beca ‘En la piel de la enfermera’, una oportunidad para que nuestras profesionales puedan presentar un proyecto dirigido a mejorar la calidad de vida de las personas a través del cuidado de la piel». ¿Qué promete dicho proyecto?

«Que de todas las ideas que se reciban, aquella que resulte ganadora obtendrá 6.000 euros para llevarla a cabo. Desde aquí animo a todas nuestras enfermeras a participar porque, insisto, creemos que es una gran oportunidad», declaró Raya.

Isabel Castillejo, por su parte, se ha centrado más en destacar el compromiso de Cerave, tomado con el objetivo de ayudar a «contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas a través del cuidado de la piel y de forma muy especial en pacientes con dermatitis atópica».

En calidad del cargo de directora de Relaciones Médicas de L’Oreal Cosmética Activa que ostenta, Castillejo afirmó que «la enfermería juega un importante papel en el cuidado de estos pacientes. Por ello, estamos muy orgullosos de haber puesto en marcha este proyecto en colaboración con el Consejo General de Enfermería», aseguró.

La dermatitis atópica es una de las patologías de la piel más usuales de ver en la infancia; tan alta es su prevalencia que los índices de la CGE destacan un alcance del 20 por ciento. Y aunque la enfermedad tiende a desaparecer con el paso del tiempo, suele ser grave en los casos en que sobrevive a la infancia. De ahí que, sabedores de este campo de actuación, tanto el CGE como Cerave haya dado luz verde a este informativo plan.

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