Si es una persona mayor y está interesado en adquirir una vivienda o una segunda residencia, deberá tener en cuenta su edad a la hora de pedir una hipoteca.
En estos momentos usted puede estar interesado en comprar una vivienda, ya sea para alojarse en ella habitualmente o como segunda residencia. Si es así, y está dentro del grupo de edad denominado sénior, debe tener en cuenta que va a tener mayor dificultades a la hora de conseguir luz verde para la hipoteca.
Edad máxima para solicitar una hipoteca
Aunque no hay una edad máxima establecida, cada entidad bancaria sí exige un límite a la hora de conceder un préstamo de este tipo. Y es que este factor puede ser determinante, junto con otros como la solvencia económica o los ingresos estables, a la hora de lograr un visto bueno favorable por parte del banco.

Por ejemplo, el banco BBVA marca los 70 años como edad máxima para devolver el préstamo. Mientras que el Banco Santander lo retrasa hasta los 80 años. Lo habitual es que el tope esté en 75 años. Por tanto, obtener una hipoteca a partir de los 60 años ya empieza a ser muy complicado.
Cuota mensual de la hipoteca: tendrá que pagar mucho más si solicita el préstamo con más edad
Hay que tener en cuenta que, normalmente, el plazo de amortización mínimo que instaura el banco para operaciones de este tipo es de 10 años. Una cifra que prácticamente excluye a las personas mayores de 65 años. Por ello, las personas de este grupo de edad suelen ver rechazadas sus solicitudes.
Por último, señalar que cuando es una pareja quien la solicita lo ideal es fijar la hipoteca a través de la persona más joven o con más ingresos. Además, es importante saber que en el caso de las segundas residencias las condiciones suelen ser todavía más exigentes. Lo que dificulta mucho el acceso a una hipoteca para las personas séniors.