Las dificultades a la hora de pagar las facturas de la calefacción o el agua caliente se incrementan sobre todo cuando los miembros de la familia son pensionistas.
Por ello, el Gobierno ha aprobado un paquete de medidas entre los que destacan la ampliación de los bonos sociales, tanto eléctrico como térmico así como la inclusión de nuevos beneficiarios enla categoría de consumidores vulnerables.
Hablamos de los pensionistas con bajos ingresos que son jubilados y personas con incapacidad permanente. La ayuda del bono social térmico debe solicitarse por beneficiario y se abonará en un único pago anual y si el consumidor es vulnerable severo o está en riesgo de exclusión social, la ayuda se incrementa en un sesenta por ciento.
Para ser considerado consumidor vulnerable, y por tanto poder ser beneficiario del bono social eléctrico (y del térmico), la renta anual conjunta de la unidad de convivencia debe ser igual o inferior a 1,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) de 14 cuotas (8.106,28 euros). También serán considerados como tales los que ostenten el título de familia numerosa. De igual forma, si todos los miembros de la familia son pensionistas no podrán tener ingresos superiores a 500 euros.
Se han incluido también a las víctimas de violencia de género cuando exista un solo progenitor y al menos un menor. En todo caso, debe tramitar las ayudas y preguntar en los servicios sociales de su administración autonómica.
