El uso indiscriminado y sin control de benzodiacepinas en los mayores ha alertado a la comunidad médica tras ser contrastados los datos en un estudio acerca de su consumo excesivo y los riesgos derivados de éste.

El estudio, premiado como la mejor comunicación de Médicos Internos Residentes en el XXVIII de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha alertado de un posible consumo excesivo de benzodiacepinas en España, sobre todo en la población mayor de 65 años.

«hay un importante rechazo por parte de los pacientes a suspender estos fármacos, a pesar de explicar que crean mucha tolerancia y mucha dependencia» , rezan los autores del estudio. 

Éstos advierten de que el consumo excesivo en población mayor, unido al uso sin el control por parte del médico, conlleva riesgos derivados de sus efectos secundarios como sedación, mareo, somnolencia o caídas, entre otros, que pueden empeorar la situación basal de los ancianos, perjudicando su calidad de vida y aumentando su morbilidad.

En ese sentido, apuestan por establecer un protocolo de deshabituación a benzodiacepinas de forma conjunta con enfermería y limitar el uso prolongado, evitando con ello la pauta crónica en la receta electrónica y revisando esta medicación de forma mensual. Hay que recordar que la prescripción suele darse por ansiedad, depresión e insomnio desde primaria.

Asimismo, el estudio refleja que hasta un 11,5 por ciento de los pacientes tenían al menos dos benzodiacepinas concomitantes prescritas y estos presentaban asociaciones con otros psicofármacos.

Los resultados del estudio revelaron que un 41,3 por ciento se encontraba en tratamiento con antidepresivos, un 8,2 por ciento con hipnóticos y un 4,3 por ciento con antipsicóticos.

Por ello proponen evitar estas situaciones, ponerlo en conocimiento del médico de familia responsable de la pauta esta medicación, acudir a salud mental si se considerara; potenciar el uso de medidas no farmacológicas; optimizar las medidas higiénico-dietéticas del sueño; hacer ejercicios de relajación para evitar la ansiedad o tener herramientas para gestionar las emociones antes de ingerir dosis masivas de benzodiacepinas para abordar los problemas cotidianos asegura la doctora Cayetana De Miguel.

«Y es que abordar estas recomendaciones conlleva más del tiempo que tenemos por paciente; pero no debemos pensar que es tiempo desaprovechado, sino tiempo invertido en disminuir efectos secundarios y polimedicación», ha apostillado.

El perfil demográfico obedece de forma más frecuente al sexo femenino, con un 72,1 por ciento. Respecto a la edad en la que se prescribieron no identificaron grandes diferencias, con un 50,5 por ciento en pacientes entre 65-75 años de edad y un 49,5 por ciento en pacientes mayores de 75 años.

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