Si algo bueno tiene toda comida refrescante, aparte de su sabor particular, por supuesto, es su capacidad para mantener el cuerpo lejos del calor y el sudor.
El verano ya está aquí (o casi) y aunque la fiesta no ha comenzado, como asegura cierta canción popular, es hora de llenar la temporada con olores deliciosos, sabores veraniegos y una comida refrescante que espante del paladar el calor. Hablamos, cómo no, de la crema fría de fresones y frambuesas, la receta perfecta para empezar con buen pie la temporada de helados y cubitos de hielo.
¿Su textura? La crema. ¿Su base? Los fresones. ¿Su objetivo? Apostar por una comida fresca que ayude a tomar mucho líquido y a combatir la deshidratación. ¿Preparados para aceptar el reto y elaborarlo desde casa? ¡Allá vamos!
¿Qué ingredientes se necesitan?
Entre 100 y 150 kilogramos de frambuesas.
Entre uno y dos kilogramos de fresón.
Entre uno o dos vasos de agua.
Entre una o dos limas, o más bien su zumo exprimido.
125 gramos de queso fresco.
Tres cucharadas de azúcar.
Y hierbabuena picada.
Indicaciones para elaborar paso a paso esta comida refrescante
Lo primero que hay que hacer es limpiar bien la fruta, quitando de en medio todo rastro de las hojas y el tallo / rabito.
A continuación se deben tomar uno a uno todos los ingredientes arriba enumerados, e introducirlos en el interior del vaso mezclador de la batidora o trituradora, dándole a batir a la máxima potencia y no parar hasta conseguir una crema fina y homogénea.
El líquido resultante se puede pasar por un colador que elimine del todo cualquier rastro superviviente de tallo u hoja… aunque esto no es obligatorio, y más bien va parejo al gusto personal de cada uno y/o según la preferencia de quienes lo vayan a probar.
Cabe añadir, por último, que esta crema fría de fresones y frambuesas se puede servir en cuenco o plato, para mayor presentación visual, y decorar con unas hojas limpias de hierbabuena, y así darle un último toque de elegancia y atractivo.