Hoy se celebra el Día Internacional de las #PersonasMayores. Buen momento para recordar que un 2% de la población mayor de 65 años puede tener sordoceguera.

Arranca octubre y lo hace con una conmemoración más que especial en su día uno. Para todos y sobre todo para este diario, que lleva más de un año trabajando, dando visibilidad, importancia y denunciando casos injustos contra uno de los colectivos más vulnerables e importantes de nuestra sociedad: las personas mayores.

Hoy se celebra el Día Internacional de las #PersonasMayores. Buen momento para recordar que un 2% de la población mayor de 65 años puede tener sordoceguera

En este sentido, y aprovechando la conmemoración del Día Internacional de las #PersonasMayores, es un buen momento para recordar que, según un estudio de la Universidad de Lancaster, un 2% de la población mayor de 65 años puede tener sordoceguera. Una enfermedad limitante y de la que conviene estar más que pendiente.

La sordoceguera existe y conviene prevenirla. © FESOCE

FESOCE, pendiente de la sordoceguera

Precisamente pendiente y trabajando por ella se encuentra desde hace años la Federación Española de Sordoceguera (FESOCE). Esta define a la sordoceguera como «una discapacidad única con características y necesidades propias que consiste en la pérdida conjunta de capacidad visual y auditiva».

La sordoceguera, contemplada a nivel legal

Dicha enfermedad, «está contemplada en la Ley 27/2007, de 23 de octubre, por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas».

Una persona sordociega sostiene un bastón. © Pexels

Una condición específica que se reivindica en el Día Internacional de las Personas Mayores

La misma, se desmarca como «una condición específica y no de la suma de sordera y ceguera. Tampoco de trata de una enfermedad, aunque muchas enfermedades y/o síndromes pueden ser causa. Se puede tener sordoceguera con algún resto visual, auditivo o de ambos sentidos; es decir pérdida sensorial dual, en referencia a la pérdida combinada de los dos sentidos principales», explican desde esta organización sin ánimo de lucro.

¿Cómo es la vida para las personas sordociegas? ¿Qué necesitan?

Es de recibo destacar que «las personas sordociegas no tienen contacto con la realidad, viven desconectadas en un mundo que sólo ellos conocen y que es particular en cada caso dependiendo del grado de discapacidad, el momento de aparición y otros muchos factores.

El entorno normalmente les es hostil por desconocido e impredecible. Su principal limitación es la enorme dificultad para percibir y comunicarse. Esta barrera deriva en un grado dependencia importante y, en algunos casos, total. Una persona con sordoceguera puede llegar a necesitar soporte en todas las tareas de la vida diaria. Ello se traduce en una persona de apoyo por cada persona sordociega. Por ello, el ratio uno a uno en el intérprete mediador es fundamental».

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