Saludable, gallega y tradicional, la dieta atlántica se basa en la consumición preferente de verduras y pescados; toda una gran opción que abajo les presentamos.
¿Sabía que el 39 por ciento de los españoles tiene sobrepeso? Un conteo establecido por los expertos, que también recoge que el 22 por ciento de la población presenta obesidad.
Con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, celebrado cada 4 de marzo, le presentamos una apuesta de alimentación con grandes ventajas para la salud, especialmente porque logra reducir la obesidad y el colesterol; hablamos de la dieta atlántica, cómo no, basada en la cocina más tradicional de Galicia.
La obesidad, ese problema de salud que hace pandemia sigilosa en todo el mundo
La obesidad nunca es un buen compañero de vida. Deterioro cognitivo, fomento de Alzhéimer, acecho del ictus, alas a la infertilidad masculina… este trastorno alimenticio tiende a aumentar el riesgo de acabar padeciendo alguna patología grave, definitivamente, y la última prueba de ello lo ha dado a conocer ‘Diabetologia’, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), en una reciente publicación científica que reconoce que la obesidad infantil es un factor que dispara nuevos tipos de diabetes, llegados a la edad adulta.
Hablamos de una enfermedad, claramente. Un problema cuya solución presenta varios desafíos, actualmente, en opinión del cirujano digestivo Manuel Vilches, director médico de Johnson & Johnson MedTech, quien enumera diversos retos que van de la prevención al diagnóstico, pasando por el acceso a un tratamiento adecuado.
A su parecer, la cirugía bariátrica es la solución más recomendable para combatir la obesidad, al menos para quienes acumulan un índice de masa corporal superior a 40, aunque siempre bajo prescripción médica; y lo mismo dictamina para los pacientes con obesidad que presentan un IMC de 35 y tienen comorbilidades asociadas.
¿Qué es la dieta atlántica y por qué se la considera un beneficio para la salud?
Pero siguiendo con esta línea de prevención contra el sobrepeso y la obesidad, no son pocos los estudios que apuestan por la dieta atlántica de Galicia, un patrón de alimentación que reduce los niveles de colesterol, a la par que disminuye el índice de masa corporal tanto en adultos como en niños, contribuyendo así a alargar la esperanza de vida, según avalan los datos científicos presentados en el estudio científico ‘Galiat’, liderado por Rosaura Leis.
«La recuperación de la dieta atlántica, basada en cereales integrales, frutas, verduras, lácteos dos veces al día, así como legumbres y pescados al menos tres o cuatro veces a la semana, acompañada de una buena actividad física, ha demostrado que es capaz de mejorar los niveles de colesterol», en palabras de Leis, quien ejerce tanto de presidenta de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), como de titular del Comité Científico de la Fundación Dieta Atlántica de la Universidad de Santiago de Compostela.
Según detalla esta experta, se trata de una dieta atlántica que beneficia a la salud porque también tiende a «reducir el riesgo cardiovascular, disminuir los indicadores de sobrepeso al mejorar el perfil lipídico y de adiposidad y, además, logra modificar el estilo de vida hacia patrones más saludables».
Entrando en detalles, este régimen culinario, tradicional de las tierras gallegas, se caracteriza porque «recomienda un consumo abundante de vegetales (verduras, hortalizas, frutas, frutos secos, legumbres, patatas), así como de pescados y mariscos).
O eso expone María González, presidenta de CODINUGAL, el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Galicia, y miembro a su vez del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas. Todo ello «sin olvidar los lácteos», cómo no, mientras al mismo tiempo «aboga por un consumo moderado de carnes (caza, aves, cerdo y vacuno)».
Puede decirse, por tanto, que la dieta atlántica constituye todo un gran cambio de patrón que además resulta clave a la hora de combatir tasas de obesidad infantil tan disparadas como las actuales; ¿y por qué, exactamente? Según apunta Leis, «el hecho de acostumbrar a los menores a consumir más pescados y acompañarlos de verduras y hortalizas de forma rutinaria desde que son niños, permitirá que mantengan esas prioridades en su edad adulta, consolidando unos hábitos que son muy beneficiosos para la salud».
No obstante, en la dieta atlántica no solo es determinante una buena elección de alimentos; también es importante la forma de cocinar sus productos, sobre todo porque «se apuesta por recetas hervidas o al vapor, evitando las frituras», tal y como recuerda Leis.
Una opinión con la que también concuerda la vocal del CODINUGAL, Almudena Seijido, quien detalla que en el patrón de la dieta atlántica se «promueve las preparaciones culinarias sencillas, manteniendo el auténtico sabor del producto y la calidad nutricional del mismo, dando prioridad a los alimentos de temporada y de cercanía; y empleando el aceite de oliva para aliñar y cocinar».
Dieta atlántica versus dieta mediterránea
Según todas estas expertas en nutrición dietética, si bien la dieta mediterránea es la que más prima en España, respaldada por numerosas evidencias científicas, las ventajas de la dieta atlántica no se quedan atrás y también son cuantiosas. Ambas cocinas, en cualquier caso, son opcionales pero muy recomendables, y hasta comparten grandes similitudes.
«En la atlántica podemos observar que se les da prioridad a determinados alimentos, como los pescados, mariscos, carnes rojas (aunque en menor proporción que el pescado), lácteos, patatas, algas y castañas, típicos de la zona atlántica de donde procede. Sin embargo, deja un poco “en el olvido” al huevo, un producto de excelente calidad nutricional», y así lo advierte González.
De igual forma, apostar por este modelo tradicional y culinario también tiene consecuencias positivas para el medio ambiente, en opinión de Leis, por no hablar del menú saludable del que hace gala, el cual permite que los menores reduzcan el consumo de productos ultra procesados, por un lado, así como que bajen su disposición en exceso hacia los azúcares.
Abogar por la dieta atlántica es, en suma, una buena optativa culinaria y saludable, «ya que se trata de un patrón de alimentación basado en los productos de cercanía y de temporada, por lo que tienen escasa huella hídrica y medioambiental», tal y como remachó Leis.