El Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) ha extraído una serie de conclusiones interesantes de su última #JornadaCEDDD.
«La pérdida del sentido del olfato, anosmia, acarrea consecuencias físicas y psicológicas, que pueden llevar al aislamiento de una persona. El miedo al propio olor corporal, unido a la dificultad para disfrutar de una comida en grupo o cómo repercute en la salud sexual de la persona son algunos de los motivos. A los que hay que sumar la incomprensión por el resto de la sociedad. A pesar de todo, la anosmia no está reconocida oficialmente como un enfermedad discapacitante».
Así de contundente se ha mostrado el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) al respecto de la última #JornadaCEDDD, en colaboración con la Asociación Española de la Anosmia, miembro de reciente adhesión a sus integrantes, que tuvo lugar el pasado día 27 de febrero.
La misma, contó con las aportaciones de Rubén Ruiz, presidente de la Asociación Española de Anosmia; Juan Manuel Maza, médico especialista en otorrinolaringología; Santiago Lanzuela, psicoterapeuta y los testimonios de María Jesús Fernández, Carolina Ortega y Silvia Rodríguez; que tiene anosmia desde su nacimiento. Cabe destacar que el acto estuvo moderado por doña Mar Ugarte, adjunta a presidencia de CEDDD.
«La anosmia se puede revertir, aunque no siempre es posible en todos los casos. No obstante, siempre mejorará si hace un entrenamiento olfativo», recordó Juan Manuel Maza
Al respecto, se pronunció el doctor Maza, que explicó que «todas las personas pierden capacidad olfativa con la edad. Las causas neurodegenerativas, las inflamatorias, el uso de medicamentos y los virus aglutinan el 80% de los casos de anosmia en la actualidad.
«El olfato es un sentido fundamental y su pérdida puede afectar a la vida social, laboral, sexual e incluso la memoria de la persona que la tiene. Las células que envían la señal eléctrica desde el bulbo olfatorio al cerebro pasan por el hipotálamo y la amígdala, por eso el olfato es tan importante para el recuerdo», subrayó

En la misma línea que su homólogo, Santiago Lanzuela «atendió a las dificultades que tienen las personas con anosmia para llevar una vida normal, señalando que el miedo a la percepción que los demás puedan tener de ellas afecta negativamente a la autoestima. Se recorta el ocio, se reducen las relaciones con otras personas… A la larga puede generar ansiedad y depresión», zanjó el psicoterapeuta.
«Yo quiero oler lo malo y lo bueno», incidió Silvia Rodríguez, que tiene anosmia de nacimiento