La Generalitat ha dado un paso al frente y apuesta por ayudar a los mayores y a las personas con discapacidad tras once años de haber estado congeladas. El nivel de vida ha subido así como el IPC y las presonas mayores se han quedado atrás. Por ello, el Govern ha anunciado que la ayuda del PEV (prestación económica vinculada) para acceder a plazas para las residencias geriátricas privadas aumentará de 747 a 1.239 millones de euros, en un incremento que supone casi 500 euros más al mes.
Cinta Pascual, Presidenta de l’Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA):
«Han puesto sobre la mesa una serie de reclamaciones que llevábamos tiempos reclamando. Ahora sí que me toca ser optimista porque el Govern parece que ha cumplido y seguramente podremos avanzar».
La presidenta avanza en su discurso y sobre todo se acuerda de todas las familias que han visto como de un día para otro, su vida puede cambiar de manera radical: «A nosotros nos da aire, pero para las familias es maravilloso. Me alegro por todas las personas que llevan tanto tiempo esperando»
Si usted es beneficiario de esta ayuda significa que ya tiene una plaza concedida en una residencia pública pero dados los retrasos que actualmente arrastra Cataluña, accederá a una residencia privada a las llamadas plazas acreditadas a la espera de recibir la suya en la pública.
La PEV sirve para ayudar a pagar esa plaza privada o para que puedan recibir ayuda domiciliaria o asistir a un centro de día.
Teniendo en cuenta que una plaza residencial tiene un precio de referencia de 2.002 euros al mes, el nuevo importe máximo de la prestación permitirá cubrir cerca del 62% del coste de una plaza en lugar del 37,2%.
Los beneficiarios deben tener una renta máxima de 1.239 euros al mes (ahora la ayuda era de 747 euros, 492 menos).
La PEV se destina a cubrir los gastos de los servicios que se contemplan en el Programa Individual de Atención (PIA) que deben tener las personas con dependencia, cuando no es posible la atención en un servicio público o concertado. En definitiva, son ayudas personales que se otorgan en función del grado de dependencia de acuerdo con la capacidad económica del usuario.
Asimismo, el Govern también ha fijado mejoras de la prestación mínima que puede percibir un usuario de residencia que ocupe una plaza PEV, que se determina en función de la renta. El Estado estableció un mínimo de 150 y 200 euros para personas valoradas con un grado II o III de dependencia y en Catalunya, se ampliarán hasta los 200 y 250 euros mensuales.
De igual forma, se va a suprimir el copago para aquellas personas que tienen pluridiscapacidad o discapacidad y acuden a centros de día.