Hablar de iPhone es aludir a un móvil fabricado en la casa dorada de la manzana mordida, que además rebosa tecnología e innovación, accesibilidad e inclusión.
¿iOS o Android? Esa es la interrogativa del millón que uno se hace cuando va a comprar un teléfono inteligente. ¿Dejarse seducir por las atractivas golosinas de Google o sucumbir a las interesantes peculiaridades de Apple? Hablamos de dos bandos muy marcados que se llevan todo el pastel del actual mercado de smartphones, ciertamente, tanto es así que se diría que no hay otra tercera y cuarta opción; algo que vuelve inevitable las comparaciones entre ambas marcas, dicho sea de paso, empujando a los usuarios a tomar bando por una o por otra, y reflejar al final sus preferencias al comprarse un nuevo dispositivo.
iPhone, el teléfono inteligente que comulga con la seguridad, la privacidad y un disco duro online
Aparte de las habituales actualizaciones de su software, lo que por cierto garantiza una espaciada llegada de novedades, solución de errores y una mayor duración de los iPhone, los teléfonos móviles Inteligentes de Apple cuentan con un procesador muy potente, imbatible y con mucho rendimiento, que es el ejemplo de la competencia; amén de ofrecer aplicaciones desarrolladas con adaptabilidad, una galería de fotos que se comprime mejor, y una seguridad de alto nivel para el sistema que incluye mucha privacidad y la posibilidad de ajustar a placer estos parámetros por cada aplicación que esté instalada.
De igual forma, las actualizaciones del software de iOS son gratuitas y aptas para muchos de los modelos de iPhone, no únicamente para el último en salir al mercado. Ahora bien ¿qué hace verdaderamente único e irremplazable el iPhone de Apple?
Que tiene una pantalla diseñada para durar mucho tiempo, y establece un diseño que rebosa accesibilidad e inclusión por los cuatro costados, básicamente, lo que en efecto está pensado para la mejor experiencia de sus usuarios con discapacidad, adaptándose también y desde el minuto uno a la privacidad y al medioambiente.
De cara a la privacidad, de hecho, puede decirse que este artículo único de Apple trae incorporada varias herramientas que protegen la privacidad de quien lo use, como es el caso de Face ID, que hace innecesario el estar pendiente de guardar cada selfie que uno se haga.
A todo ello se suma la nueva política de transparencia por el que el sistema iOS obliga a pedir a las aplicaciones instaladas el consentimiento de sus usuarios para someterles a seguimiento, de modo que ninguna lo haga sin permiso y que la persona seleccione cuáles quiere que lo hagan y cuáles no. Un control que también permite determinar qué apps acceden a la ubicación propia y cuándo; es decir, si “siempre” o solo «al utilizarse».
En este sentido y desde las últimas versiones de la iOS, Apple ha incluido varias prestaciones antirrastreo en los iPhone, ayudando así al usuario a convertirse en un misterio para los rastreadores. Una cualidad que, por ejemplo, la aplicación de la casa ‘Mapas’ debe cumplir, negándole la posibilidad de guardar un historial de los sitios en los que ha estado el usuario; y lo mismo puede decirse de ‘Apple Pay’, mismamente, el cual no guarda el número de la tarjeta que el usuario ha empleado.
Una lista de ventajas en la que es imposible no señalar el papel del avanzado gestor de archivos de la compañía, por supuesto, a través del cual se puede acceder a cualquier disco o memoria externa, incluidos los widgets añadidos y los cambios realizados en las apps predeterminadas del sistema, desde el cliente de correo hasta el navegador.
Así es la forma en que Apple habla accesibilidad e integración
En su omnipresente campaña de no dejar a nadie atrás, presente o no alguna deficiencia sensorial, la iOS ofrece varios recursos de accesibilidad e igualdad en materia tecnológica, como la activación de VoiceOver, el lector de pantalla para usuarios invidentes; la lupa visual, de la que pueden beneficiarse todos los que tengan alguna dificultad en su campo de visión; las alertas sensoriales, para las personas con parálisis que solo necesitan parpadear para que el dispositivo vibre, avisándole de todas las notificaciones.
Y eso por no hablar de la prestación del control por voz, el reconocimiento de sonidos o el dar dos toques en la parte de atrás del móvil.
Según apuntan desde Apple, su iPhone es más porque a la amplia oferta de sus ventajas se añade una campaña de concienciación sobre el planeta, para lo cual recurre a utilizar siempre materiales reciclados y un embalaje sostenible que elimina todo rastro de plástico en sus cajas y cubiertas, desmontando después sus piezas con la ayuda del robot Daisy y, al mismo tiempo, invitando a las personas a dar una nueva y segunda vida a su smartphone ya usado, reciclándolo a través de Apple Trade In.
Cabe añadir, por cierto, que esta última opción tiene varias ventajas al utilizarse, como una asistencia durante todo el proceso de cambio hasta la entrega del dispositivo válido, pudiendo conseguir además un descuento para adquirir un iPhone nuevo, lo que desde luego beneficia tanto al bolsillo del usuario como al medioambiente del planeta.
¿Y qué pasa económicamente? Que los interesados pueden llevarse la última versión del dispositivo pagando cómodamente y sin intereses, ya se desembolse su precio al contado o se opte por una liquidación de cuotas mensuales. Incluso los usuarios de Android se sentirán bienvenidos en la casa de la manzana, ya que el sistema cuenta con la app ‘Pasar a iOS’, aplicación pensada para transferir con rapidez y facilidad y seguridad los datos del viejo dispositivo al nuevo, ya sean mensajes o fotos, archivos y números de contacto etcétera.
Una configuración rápida que puede probarse al adquirir cualquier dispositivo, ya se trate del iPhone definitivo 14 Pro u otro modelo más antiguo, y que también puede ejecutarse con la ayuda de alguno de los trabajadores de la tienda, dicho sea de paso, si bien para ello antes es preciso pedir cita previa.
