Declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el estado de estos lugares refleja la importante necesidad y urgencia de actuar contra la crisis climática.
Hace un tiempo, tanto Google Arts & Culture como CyArk y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) se pusieron de acuerdo para lanzar en equipo un plan de conservación medioambiental llamado proyecto ‘Heritage on the Edge’, una lucha institucional concebida para poner fin a los estragos del cambio climático, tal y como admitieron las propias compañías involucradas en el comunicado que daba bombo a su reto, alertando así del patrimonio que está en peligro.
Así sale Google en defensa de la historia medioambiental y del Patrimonio de la Humanidad
El plan no solo sigue en pie, que lo está; sino que sus propuestas continúan reflejando la urgencia de actuar contra la crisis climática; un cometido que empuñan bajo el slogan de ‘cinco monumentos, una amenaza’, y que logra recurriendo a las imágenes de cinco lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que, sin embargo, se hallan en riesgo y declive.
Se trata, en suma, de una experiencia web de lo más inmersiva, que ofrece a quien se asome a la página una amplia gama de envolventes prácticas, repartidas en más de 50 vídeos y documentos, diseñado todo ello con rutas virtuales, modelos en 3D y entrevistas con profesionales y comunidades locales; todo ello aderezado con declaraciones que versan sobre esos enclaves tan emblemáticos como Patrimonio de la Humanidad, que actualmente están amenazados por la crisis medioambiental del cambio del clima.
Es una clara «llamada a la acción», en palabras de Toshiyuki Kono, presidente de ICOMOS, quien expone que los efectos del cambio climático sobre el patrimonio cultural no son más que «un claro reflejo del impacto que tienen sobre el conjunto del planeta» y, por tanto, «requieren una respuesta seria».
A juicio de este emprendedor de operaciones medioambientales, «las acciones en cada enclave individual pueden reducir las pérdidas a escala local; pero la única solución sostenible es un cambio sistémico y la reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero», y en ello se muestra muy seguro y tajante.
En este proyecto de ‘Heritage on the Edge’, se pone como visibilidad de los daños del cambio climático en el espacio natural la imagen de cinco lugares icónicos del planeta, empezando por la ciudad de adobe de Chan Chan, en Perú, y continuando por la gran ciudad-mezquita de Bagerhat, en Bangladesh. Una lista a la que también se suman los moáis de Rapa Nui, en la Isla de Pascua; el Kilwa Kisiwani, en Tanzania; y el castillo de Edimburgo, en Escocia.
¿Qué representan por separado estos cinco rincones Patrimonio de la Humanidad?
En el caso de la Isla de Pascua, mismamente, tanto el aumento del nivel del mar como la fuerza de las tormentas están socavando los acantilados sobre los que descansan las estatuas que embellecen este enclave histórico; algo que ha llevado a Toshiyuki Kono a señalar, no sin lamentación, que de seguir por este camino, «los moáis terminarán por caer al mar».
En cuanto a la situación del histórico castillo de Edimburgo, monumento que también se halla actualmente en precario equilibrio y en estado de riesgo, los expertos de este proyecto capitaneado por Google afirman que en su estado de decrepitud ha tenido mucho que ver el rápido aumento de las precipitaciones, sí, pero también las inundaciones azuzadas por las aguas subterráneas.
No menos amenazado se encuentra el Patrimonio de la Humanidad del Kilwa Kisiwini, un puerto comercial ubicado en Tanzania que actualmente se encuentra oprimido por el aumento del nivel del mar, por un lado, así como por la destrucción de los manglares y acidificación del océano, por otra parte.
Aunque parece que peor lo está pasando la ciudad Chan Chan, una urbe de adobe localizada en Perú, que se está deshaciendo casi a ojos vista, bajo el nocivo influjo de las lluvias torrenciales que llegan arrastradas por el cambio climático.
En esta lista de emblemas naturales nombradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y destruidas por la contaminación medioambiental del hombre y del cambio climático tampoco se salva la mezquita de las Nueve Cúpulas, situada en Bangladesh; un rincón caracterizado por una alta concentración de monumentos religiosos, todos ellos muy refinados, así como por su peculiar organización espacial, único en el mundo.
‘Heritage on the Edge’, de hecho, recurre a un modelo 3D y a una «nube de puntos» para representar los reveses que este enclave está sufriendo a manos del cambio climático. Una ejemplificación directa y contundente que, sin embargo, no es menos cierta ni eficaz ni devastadora.
Y es que «los monumentos se están deteriorando rápidamente», por desgracia, «a causa de las inundaciones de agua salada y la erosión», tal y como explicó el presidente de ICOMOS a este respecto.
Todas estas decrepitudes de la huella de la historia son la crónica de cinco muertes anunciadas, o casi; porque en el cometido a corto y largo plazo de este proyecto apadrinado por Google está el rescatarlos a toda costa, principalmente y, si eso no llega a ser factible, permitir que su final llegue envuelto en la mejor concentración medioambiental que sea posible.