El Grupo Socialista presentó una moción en el Senado para que la Real Academia Española (RAE) modifique la tercera acepción de la palabra ‘autista’.
El término ‘autista’ en su definición por la RAE recoge una tercera acepción que reza así: «Dicho de una persona: encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad». Según el Grupo Socialista, esta acepción «a veces se utiliza como un insulto».
El Senado aprueba una modificación
Con este pretexto, se trasladó hasta el Senado el debate sobre este asunto con la intención de enmendar la plana a la Docta Casa. Finalmente, se aprobó por unanimidad esa moción y la Cámara solicita a la RAE que incluya «una advertencia sobre su uso vejatorio y discriminatorio».
«Queremos evitar que se normalice el uso vejatorio del término»
Grupo Socialista
Tanto es así que el texto aprobado en la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad pide a la RAE que «en la nueva edición del Diccionario de la Lengua Española se incluya una marca advertencia a esta tercera acepción».

Declaraciones al respecto
Por su parte, el senador socialista Javier Garcinuño subraya: «Actualmente, la palabra autista se utiliza como un insulto, de forma peyorativa y discriminatoria, lo que compromete el respeto a la dignidad inherente de estas personas».
«de forma coloquial, tanto en el lenguaje periodístico como en manifestaciones de personajes públicos, se ha comprobado una peligrosa normalización en el uso del término ‘autista’ con connotaciones negativas y con ánimo de descalificar e insultar»
Javier Garcinuño, senador del Grupo Socialista
Además, el senador alega: «Esta acepción estigmatiza, señala, desprecia y contribuye a consolidar en el imaginario colectivo la discriminación y la exclusión de las personas con TEA. Las palabras generan pensamiento y pueden quebrar la dignidad de un colectivo, aunque también restaurarla».
«Es necesario luchar contra los estereotipos y los prejuicios respecto a las personas con discapacidad»
Javier Garcinuño, senador del Grupo Socialista
Por último, Garcinuño concluye: «Animo a las instituciones públicas a difundir las guías existentes para que los medios de comunicación hablen sobre el TEA de forma más responsable y cuidadosa y contribuyan a erradicar el empleo de terminología ofensiva para referirse a grupos vulnerables».