El tabaco es malo, indudable; la depresión, también, por descontado. Pero ¿y si aquel pudiera ayudar a sanar ésta?
El tabaco, o más bien la planta del mismo nombre, se ha revelado como un medicamento fitoterapéutico capaz de repeler la depresión, según una nueva investigación, siempre y cuando se le aplique crocinas de azafrán.
¿Cuál es el influjo del tabaco sobre la salud mental?
Entendida como la terapia que recurre a las plantas medicinales para prevenir o curar una enfermedad o trastorno leve, la fitoterapia ha descubierto recientemente a la planta del tabaco entre sus más eficaces herramientas y recursos… al menos a la hora de sortear la depresión.
Sí, el tabaco es muy pernicioso para la salud, desde luego. Pero no así la planta de la que se obtiene; de hecho esta ha resultado ser la base de un medicamento fitoterapéutico cien por cien natural, confeccionado en territorio español, de la mano y conocimientos del grupo de Biología Molecular y Fisiología Vegetal del Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha, en colaboración con el grupo de Biotecnología Aplicada de Plantas, de la Universidad de Lérida.
En su proceso de creación, los investigadores echaron mano de la unión del azafrán con la planta de tabaco, mediante el uso de técnicas de biotecnología, eso sí, obteniendo como resultado plantas de tabaco capaces de sintetizar y acumular crocinas en diferentes especies de Nicotiana tabacum.
Ventajas e impedimentos
Hablamos de compuestos escasos que se hallan algo limitados, ya que solo están presente en unas pocas especies de plantas, como la flor del azafrán.
Pero las crocinas tienen un efecto positivo en el tratamiento de la depresión y la demencia, curiosamente, en opinión de los investigadores involucrados este ensayo, lo que se puede ratificar o discutir en aquellos trabajos que han descrito ampliamente las propiedades analgésicas de esta planta en cuestión, señalándole características que van desde los sedantes hasta los anticancerígenas, pasando por una protección neurológica.
A ello se suma el papel de poderosas neutralizadoras de radicales libres que ejercen las crocinas, tal y como han señalado este par de equipos científicos, lo que enseguida se ha asociado con la amplia gama de los beneficios y ventajas que puede aportar a la salud.
Debido a la alta versatilidad metabólica de la planta de tabaco, por un lado, y a la gran capacidad de producción con la que esta cuenta, por otra parte, más incluso que el azafrán, los investigadores seleccionaron esta plataforma de producción de crocinas con forma de vegetal botánico para llevar a cabo sus experimentos.
¿El resultado? Una investigación que le abre una nueva vía a la producción de estos pigmentos de crocinas a gran escala y su aplicación en la industria farmacéutica. ¿Lo malo? Que la producción de estos principios activos a nivel industrial y solo para usos farmacéuticos está muy limitado, siendo el coste de la propia especia lo que encadena este impedimento de expansión.