EL virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo. No distingue de sexos y tan solo la vacunación previene de esta infección. Esto supone que más del 80% de las personas sexualmente activas lo contraerán alguna vez en su vida y por ello la sociedad se debe concienciar de que también es el responsable del cinco por ciento de los tumores.
Con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de la Concienciación sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH), que, aunque en la mayoría de los casos el sistema inmune elimina la infección sin causar enfermedad, la vacunación y la citología cervical son las principales medidas preventivas para disminuir lesiones cancerosas relacionadas con el virus, que está detrás del 90% de los casos de cáncer de cuello de útero.
En concreto, el VPH se relaciona con aproximadamente el 100% de las verrugas anogenitales, el 100% de cáncer de cérvix, el 90% de cáncer de ano, el 75% de cáncer de vagina, el 70% de cáncer de vulva, el 60% de cáncer de pene y entre 5 y 70% cáncer de orofaringe incluyendo amígdala.
«No se trata de una infección que afecte sólo a mujeres, sino que afecta a mujeres y hombres y la medida más efectiva de prevención es la vacunación para ambos sexos», asegura la doctora blanco.
La infección se contra por contacto íntimo con la piel y en las relaciones sexuales. Por ello, las mujeres deben vigilarse con una citología cervical anual para detectar lesiones precancerosas si tiene actividad sexual con varios hombres. Si las lesiones se resuelven espontáneamente la mujer tendrá que hacerse revisiones para confirmar su desaparición. En el caso de los hombres no muestra clínica alguna en la mayor parte de los casos pero son portadores igualmente si tienen sexo con varias mujeres sin protección.
Mediante la vacunación a ambos sexos se ha demostrado una alta eficacia y ha bajado la incidencia de la infección por VPH sobre todo en las mujeres vacunadas jóvenes dado que se administra desde los doce hasta los catorce años de edad. De igual forma, en pacientes inmunodeprimidos se administra siendo mayores de edad. En cualquier caso, las citologías periódicas están indicadas y son necesarias para su detección precoz.