Bajo el objetivo de poner en marcha nuevos mapas de riesgo, desde Sanidad han apostado por adoptar medidas y combatir a esas Enfermedades Transmitidas por Vectores.
Hablar de este tipo de enfermedades es aludir a un grupo de patologías infectadas por los vectores, unos organismos vivos capaces de transmitir patógenos infecciosos de persona a persona, e incluso de animales a personas. O así lo recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos datos recogen que las enfermedades Transmitidas por Vectores constituyeron más del 17 por ciento de todas las enfermedades infecciosas registradas en el 2020, siendo que cada año provocan más de 700.000 muertes a nivel global.
Enfermedades de transmisión vectorial, ese mal causado por parásitos, bacterias o virus
Pese a que aún anda recuperándose del último Consejo Interterritorial dirigido por su titular, Carolina Darias, quien por cierto lideró el CISNS el pasado viernes, antes de prepararse para competir por la alcaldía de Las Palmas de Gran Canarias, el Ministerio de Sanidad ha lanzado este jueves el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades transmitidas por Vectores, dando licencia a una estrategia que posibilitará la realización de nuevos mapas de riesgo, así como la adopción de medidas adaptadas a cada escenario, aunque siempre desde un enfoque ‘One Health’.
La noticia la ha dado a conocer Darias, precisamente, durante su intervención en la jornada de presentación de esta estrategia, pensada exprofeso para hacer frente a enfermedades de la talla del paludismo (o malaria) y del dengue, la fiebre del Nilo occidental o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Según ha defendido Darias, es necesario aplicar un enfoque más amplio ante los retos actuales y futuros de cara a enfrentar la salud de estas patologías, incluyendo en este abarcamiento las nuevas realidades globales, esas vinculadas a factores tan importantes como el comercio internacional, la movilidad e incluso el cambio climático.
Son determinantes, después de todo, y así lo subrayó la ministra, dado que entre sus consecuencias figura el riesgo de incrementar las posibilidades de que las enfermedades infecciosas transmitidas por vectores puedan prosperar, dando lugar poco a poco a nuevas alertas sanitarias, exponiendo sobre todo al sur de Europa.
Con el fin de poder detectar precozmente nuevas olas y controlar sus efectos, Darias ha insistido en la relevancia de desarrollar sistemas de vigilancia, aplicándolos eso sí bajo un enfoque ‘One Health’, el cual se traduzca en un seguimiento y control de tales dolencias en las personas, sí, pero también en hacer lo propio con los animales silvestres y domésticos.
A este Plan Nacional contra las Enfermedades Transmitidas por Vectores se suma asimismo la vigilancia entomológica, prevista para la detección y cuantificación de los vectores, por un lado, así como para la integración de estos datos, por otra parte, aportando información clave que vayan de las predicciones climatológicas a los propios usos del suelo.
Después de todo, y tal y como recordó Darias, las enfermedades transmitidas por vectores representan el grupo de patologías que más está creciendo en el mundo; por lo que España, país que puede presumir de una copiosa experiencia en la eliminación de este tipo de males, se enfrenta a nuevos retos, en este sentido.
Se trata, en suma, de un plan estatal que nace en concordancia con otras estrategias desarrolladas por el Gobierno de España, véase el PESMA o Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente; o el programa que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, desarrolló en su día para vigilar a la Fiebre del Nilo occidental.
Hablamos, por tanto, de un trabajo implementado colateralmente por la ‘Declaración de Zaragoza sobre Vigilancia en Salud Pública’, aprobada en marzo del año pasado. 2022, cuyas estrategias planteadas planifican completar la reforma del sistema de salud pública, así como crear la primera Estrategia de Salud Pública de la historia del SNS, amén de un nuevo sistema de Vigilancia de la Salud Pública en el país.
¿Cuál será entonces la primera fase de este Plan Nacional?
Según ha constatado la ministra de Sanidad, en la primera etapa de este nuevo procedimiento se pondrán en práctica medidas centradas en las enfermedades y riesgos producidos por mosquitos de los géneros ‘Culex’ y ‘Aedes’, a fin de mejorar aún más el excelente trabajo de los diferentes Servicios de Control de Mosquitos. Un rastro de eficacia dejado por instituciones nacionales como la red ‘EVITAR’, con 40 años de trabajo a la espalda y la que una vez fue pionera en la vigilancia vectorial en el siglo XXI, al menos a nivel de España.
Entre el resto de las medidas planteadas destaca con relevancia las iniciativas de ciencia ciudadana, que abrirán la puerta de la participación a cualquier persona que desee involucrarse en la vigilancia y el control de los vectores, contando eso sí durante el proceso con el respaldo de expertos que validarán la información mediante el uso de aplicaciones móviles, así como con la elaboración de nuevos modelos que incluyan mapas de riesgo.
En cualquier caso, en todas las medidas se pondrá en marcha ‘One Heath’, la medida medioambiental promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en cuyos puntos clave están orientados a impulsar un enfoque comunitario que abarque la salud humana en general, así como el bienestar sanitario animal y del medio ambiente; medidas que, en suma, tendrán prioridad en la agenda de la Presidencia de España en el Consejo de la UE, al menos en lo que a la materia sanitaria se refiere.