Escrivá propone a los agentes sociales que el periodo de cómputo de la pensión para que ésta se calcules sea con los últimos 25 años cotizados o con 29 años de cotización, excluyendo los dos peores, esto es, 27 años.
Esta es la negociación que se está dirimiendo y se ofrecerá al pensionista una de las dos posibilidades aunque siempre se aplicará la que resulte ventajosa para el trabajador que se vaya a jubilar.
La propuesta está avalada por Unidas Podemos y por Bruselas dado que permite elegir al trabajador con lo cual se calcularía con un total de 28 años cotizados.
Esto es, que el periodo de cálculo se mantendrá en 25 años si no resulta más beneficioso tomar un total de 27 años (29 años menos los dos peores).
Según apunta la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, esto permitirá proteger las pensiones más bajas y obtener más ingresos de las empresas por los sueldos altos.
El resultado real es que las pensiones siguen sin ajustarse y no son justas para los trabajadores que han cotizado religiosamente casi tres décadas, apuntan economistas.