El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha cedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la patente de la vacuna contra la covid-19 para fabricar a un precio ajustado la misma para los países en desarrollo.
Actualmente la vacuna española ha demostrado que evita que el virus se replique en el pulmón o en el cerebro sosteniendo también la tormenta de citoquinas. El CSIC ha puesto de condición que sea fabricada en países con ingresos medios o bajos.
“Para el CSIC, es un honor seguir colaborando con la Organización Mundial de la Salud y con la iniciativa de la ONU Medicine Patent Pool para hacer llegar las tecnologías sanitarias de la covid-19 a todos los países que las necesiten, y especialmente a los países en vías de desarrollo”, señala la presidenta de la institución investigadora española, Eloísa del Pino, en un comunicado.
El acuerdo ha hecho que los dos investigadores, creadores de la vacuna, los doctores Arriaza y Esteban del CNB-CSIC, permitan que la transferencia de conocimiento se realice mediante la organización de salud pública, Medicines Patent Pool (MPP por sus siglas en inglés) que estará vigilada y asesorada por la OMS.
