Cineasta total con mil vidas y una obra tan prolífica como proteica, encarnación de las contradicciones de un arte en constante búsqueda, Jean-Luc Godard falleció, según supimos hoy martes 13 de septiembre, a los 91 años. Deja una carrera sembrada de obras maestras y malentendidos que lo convirtieron en una leyenda en vida.
Didier Péron en Libération, martes 13 de septiembre de 2022.
«Tu cine es la saturación de magníficos signos que se bañan en la luz de su falta de explicación». Esta frase de Manoel de Oliveira, Jean-Luc Godard, cuya muerte conocimos el martes 13 de septiembre, la repitió dos veces: en For Ever Mozart e Histoire(s) du cinéma. Podríamos quedarnos ahí; considerar, frente a la enormidad de su obra, que no puede ser evocada, resumida, reducida, divulgada sin ridiculización o desatino. También podríamos proceder a copiar y pegar textos e imágenes y a pintarnos la cara de azul. «Filósofo, científico, predicador, educador, periodista, pero todo esto como aficionado, es el último (hasta la fecha) en haber sido testigo (consistente en sus declaraciones) y conciencia (moral) de lo que sucede en el cine».