¿Mira el móvil constantemente? ¿No es capaz de mantener las redes sociales al día? ¿Hace reels o historias con cada acontecimiento que vive? ¿Siente ansiedad si ve que algunas cosas no las conoce y otras personas sí porque las han leído o visto ya?

Según la investigación realizada por la Royal Society o Public Health británica, el FOMO ha existido siempre pero en diferentes contextos y ámbitos. O bien en el trabajo cuando faltamos, o en las relaciones sociales o en las amorosas. No estar siempre y a todas horas controlando lo que sucede puede generarnos ansiedad. Antes se llamaba efecto sincronía, hoy, FOMO.

Ahora como todos son síndromes, si usted siente que se está perdiendo algo quizá tenga Fomo (Fear of missing out) o lo que es lo mismo, miedo a perderse algo o no estar a la última.

Los españoles de más de 50 años miramos al menos 150 veces el móvil a diario y hasta un 70% padecen ansiedad si ven que han pasado horas y no han podido entrar bien porque se han dejado el móvil o porque éste se ha quedado sin bateria.

En España cuarenta millones de usuarios están conectados a las redes sociales cada día y todos o casi todos, tienen el móvil cerca, en un bolsillo o en la mano durante la jornada. En muchos casos, según cita el Ministerio de Sanidad, el uso compulsivo o no poder evitar mirar internet hace que más de un millón de personas adultas estén enganchadas a las redes o a ser protagonistas de una historia; a recibir «me gusta» o a estar en el candelero a diario.

El FOMO lo suelen padecer personas con ansiedad, perfeccionistas, autoexigentes con una sensación de insatisfacción permanente y con la autoestima baja. Las redes producen el efecto placebo y refuerzan su personalidad cuando extraños o amigos les valoran por cuanto son, publican y hacen.

Ser incapaz de relajarse, ver una película sin mirar el móvil, no poder ignorar las redes o mostrarse inquieto o irritable son los primeros síntomas. Los posteriores son muy intensos, no manejan bien la compulsión y el usuario debe pedir ayuda porque le causa sufrimiento y ansiedad.

Del FOMO al JOMO hay un paso. JOMO es (joy of missing out), esto es, alegría de perderse algo propone desintoxicarse de las redes. Aprender a regular su uso y sobre todo el impacto sobre nosotros llegada la quinta década de la vida con actividades offline puede ser beneficioso.

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