El departamento de recaudación de la Agencia Tributaria ha ampliado el margen mínimo establecido como límite exento de la obligación de aportar garantías en las solicitudes de aplazamiento de las deudas altas que pasarán de treinta mil a cincuenta mil euros.
Esta medida supone que cualquier contribuyente podrá retrasar o dividir esos pagos de hasta cincuenta mil euros sin tener que dar ninguna explicación a Hacienda y además, tampoco tendrá la obligación de ofrecer una garantía en forma de aval.
Esto ha sido debido a la inflación que se encuentra en el 5.8% desde enero y las secuelas derivadas de la pandemia. Tanto las pymes como los autónomos se encuentran con un alza generalizada de precios y materias primas y esta medida aliviará las tensiones de tesorería, según ha apuntado Montero.
Los contribuyentes con esas deudas tan altas podrán fraccionar sin más las deudas tanto en el periodo voluntario como en el ejecutivo de pago y podrán establecer cuánto pueden pagar a tal efecto. Y como siempre sucede en estas medidas los grandes beneficiados serán los colectivos laborales de pequeñas y medianas empresas así como autónomos.
