Una higiene correcta y diaria es una necesidad vital para mantenernos sanos. La higiene diaria nos protege de virus y bacterias y en las personas mayores no debe descuidarse.
Cuidado de la piel
La piel es el órgano protector de todo nuestro cuerpo, por ello es de máxima importancia cuidarla y mantenerla sana a lo largo de nuestra vida. Como protector de los agentes externos de nuestro cuerpo, nos ayuda a mantenernos sanos y saludables. Una correcta higiene y cuidado de la piel nos ayuda a prevenir enfermedades protegiéndonos de virus y bacterias, por eso es de máxima importancia darle un papel protagonista en nuestro cuidado diario.
Para ello debemos poner atención en la los hábitos de higiene, utilizando los productos recomendados para cada tipo de piel y, si fuera necesario consultar a un dermatólogo. Conservar la piel hidratada significa que la barrera protectora que ejerce en nuestro cuerpo se mantenga reforzada y mantenga el correcto equilibrio de humedad en ella.
Alrededor del 20 por ciento del agua de nuestro cuerpo se encuentra en la epidermis, pero con el paso de los años, este porcentaje va disminuyendo y como consecuencia la piel sufre un deterioro progresivo por lo que hay que extremar los cuidados para mantenerla sana.
Precisamente este cuidado extremo es el que deben tener las personas de avanzada edad. Los cuidadores encargados de ancianos encamados deben prestar especial atención en ello y tienen que mantener unos hábitos de higiene correctos y regulares en el tiempo, para evitar, entre otras cosas, la formación de escaras.
Las escaras con unas heridas que salen en la piel, originadas por la presión continua en una misma posición; tanto en una cama o en una silla de ruedas. Esta falta de movimiento provoca que haya una menor circulación de la sangre y como consecuencia las células de la piel se dañan hasta no poder recuperarse.
Para cuidar estas úlceras, la higiene y el control de su evolución han de ser fundamentales. Hay que tratar de mantener la piel limpia y seca y lavar la zona con agua tibia, utilizando productos que no irriten la piel. El momento de secar la zona recién lavada ha de ser con suavidad sin frotar la piel. Es bueno aplicar cremas hidratantes de fácil absorción y por supuesto no utilizar ningún tipo de alcohol.
Las escaras con unas heridas que salen en la piel, originadas por la presión continua en una misma posición; tanto en una cama o en una silla de ruedas
En general los cuidados geriátricos han de ser correctos y saludables. Se debe conseguir que a través de una buena labor de higiene y del cuidado de la piel, la persona mayor no sufra de infecciones que es uno de los riesgos principales. Es importante también que el momento del baño le haga sentirse bien, de esa manera es posible conseguir una sensación de calma y placidez.
Una correcta higiene, activa y estimula la circulación de la sangre y se eliminan las células muertas; por ello es tan importante una correcta higiene en estas personas que no pueden valerse por sí mismas.
Material necesario
Para que todo el proceso de higiene sea correcto, hay que tener un cuidado especial también de mantenimiento y limpieza tanto de las toallas como de las sábanas; sobre todo, cuando se trata de una persona encamada.
En el caso de que la persona mayor tenga serias dificultades para moverse y levantarse de la cama es muy importante que el cuidador o familiar que se encargue de ello cuente con todo lo necesario para ejecutarlo de una manera eficaz.
Es bueno, tener a mano el jabón, un barreño con agua templada y una esponja para que al mover a la persona encamada se pueda lavar la parte descubierta inmediatamente e incomodarla lo menos posible.

También es bueno tener preparadas las toallas, quizás de diferentes tamaños para ir secando las zonas recién lavadas y no se quede la piel mojada durante mucho tiempo; ya que la mejor manera de proceder a este tipo de higiene es hacerlo poco a poco y por zonas. Al final, una vez la piel seca se les echa una crema hidratante.