Historia de María, una hija de dos padres ciegos: «Cuando me di cuenta lloré mucho: ¡Jo, no me podéis ver!»

0

Madrid, 4 marzo 2023. El Mundo

Los ojos de Gema no son de metacrilato, no. Gema de Beas no perdió la vista a los 29 años, por culpa de una operación traicionera. Ni le evisceraron luego sus primeros ojos, con los que siempre había visto perfectamente, con los que solía conducir «como una loca», dice, «por todo Madrid». Tampoco se los cambiaron por los segundos, estas «bolitas» con las que mira, en realidad, guiándose por los sonidos. Eso no pasó: Gema tiene ojos, claro que los tiene. Ojos de verdad. Son de un bonito castaño-miel y observan la vida no desde sus 57 años, sino con el añorado pasmo de los 15.

https://www.elmundo.es/papel/historias/2023/02/21/63f4f209fc6c83f1288b4590.html

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí