«Ya sentarás la cabeza, cuando fuimos periodistas» irrumpe en nuestra vida y acaso nos confronta con la realidad.

Ignacio nos devuelve al Madrid de Lista; del Loden y los castellanos, ése de las tortitas con nata y esos libros infernales que solo podías encontrar en los Vip´s a las tres de la mañana. Un relato de su diario más íntimo que nos evoca tiempos pasados que definitivamente, no volverán.

Entre tanta historia, describe con afán su propia experiencia; desliza frases que rompen con el escenario y que se quedan ahí, exaltando de nuevo, la frágil vida que se nos va; la del periodista que fue. Una narración eficaz llena de propuestas intimistas que nos revelan quién es Ignacio Peyró; el otro Ignacio y cómo ha llegado hasta ahí; total nada.

Ignacio Peyró (1980) es ya un autor consagrado; un periodista que hoy es director del Instituto Cervantes en Londres y que nos narra cómo de ser becario y hacer fichas («que nadie va a leer»), ha conseguido todos los hitos posibles de este oficio. Desde ser cronista parlamentario hasta ser columnista diario. Hacer periodismo desde 2006 hasta 2011 y narrar su diario eficazmente, nos hace esbozar más de una sonrisa y nos permite, reírnos a carcajadas en algún capítulo, de este mundo que ya no reconocemos propio.

El autor dedica en estas páginas todo cuanto le ha hecho ser firme valedor de su exquisita educación, de su erudición y de sus descripciones singulares. Frases sueltas, notas, ese diario… hacen que sin ser pedante, pueda acogernos en su mundo de las letras, ésas que refiere cuando cambia de plaza.

Desde, «no hay juventud que no haya que perdonarse» o«dejo el campo, no hay paraíso del que no seamos expulsados» a«nos hacemos adultos cuando vemos que nos gustan los domingos por la tarde» hasta,«la vida del periodista es divertida, lo que me hace pensar que, cuando se cobraba debía de ser maravillosa…» recorre esos momentos desde 2006 a 2011; cuando fuimos periodistas…

Portada del libro «Ya sentarás la cabeza».

Este periodista nos traslada al viaje que todo colega ha hecho alguna vez —y con la gracia madrileña— exhibe un fino lenguaje, ágil y memorable en determinadas citas; aquello que tiene que ver con este oficio de valientes. En ese ir y venir, Peyró nos ha situado en lo que hasta hace poco, era el periodismo político de ese Salón de los Pasos Perdidos y nos ha hecho esbozar con sentido del humor, cuán felices fuimos en esos años de gloria que tal vez, ya, no reconocemos ni nosotros.

De las noticias de carril hasta el reportaje, nos recuerda la importancia de las fuentes; lo vanidosos que pueden llegar a ser nuestros entrevistados y lo grandiosa que es esta profesión tan denostada. Tal vez, éste sea un delicioso diario que no quieres que se termine nunca; realmente, un hallazgo como autor. Hilarante donde los haya, nos ha devuelto la sonrisa perdida en este mundo en el que ya nadie habla ni hace periodismo.

Sátira, humor, inteligencia y oficio; acaso un coctel necesario; un libro definitivo editado por Libros del Asteroide.

Pero,«¿y qué es escribir sino un modo de amar la vida?», dice en sus páginas.

Eso nos preguntamos muchos, solo de tarde en tarde…

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí