*Miguel Díez R. para Prensa Social

Paz nació (1942) en Vigo, pero pasó su infancia y adolescencia en Santiago de Compostela, ciudad que dejó una huella indeleble en su memoria sentimental y poética. En la madrugada del 25 de septiembre de 2020 falleció súbitamente en nuestro apartamento de El Albir, en la Bahía de Altea. Padecía Parkinson atípico desde hacía unos años con problema de movilidad acentuado y de cognitividad suave; además tenía graves problemas cardíacos y otros achaques propios de sus 78 años.  No pudo ver publicada esta antología poética, pero, aunque se encontraba en la delicada situación de salud indicada, todavía pudo aclarar mis dudas sobre la correcta interpretación, referencias y nuevos títulos de algunos de sus poemas.

 Era la más pequeña de una familia muy numerosa (10 hermanos) y su madre y algunos de sus hermanos, especialmente Juan —investigador del Instituto Miguel de Cervantes del CSIC y especialista en Bécquer— la iniciaron en el gusto por la lectura en general, pero fue un primo materno quien le descubrió la música de la poesía mediante la recitación de los más sonoros poemas de Rubén Darío.

   Licenciada en Filología Románica y doctora en Hispánica, ha sido Profesora de Lengua y Literatura Españolas de Enseñanza Media (BUP y COU), de Crítica y Teoría literaria en la facultad de periodismo de una universidad privada, y tutora de Lengua y Literatura Española en la UNED. El estudio de la poesía hispánica –tesina, tesis doctoral, ponencias, antologías, numerosos trabajos y libros publicados- fue la materia principal de su actividad como profesora, estudiosa e, incluso, personal, como esta antología lo evidencia

   Empezó a escribir poesía muy joven, aunque sus primeras publicaciones fueron bastante tardías. Ha publicado los siguientes poemarios: Voces tomadas (1990), El fuego oscuro1991 y 1993), El curso de la sombra (1994 Y 1997), Rumor de vida (1996), Lucerna (1998) -también publicada con una hermosa reproducción online, en la prestigiosa revista venezolana Letralia– Caída libre (2003).

Para ella, el arte poético debía de ser, como para Paul Verlaine, de la musique avant toute chose. Por esta razón, en sus poemas siempre destaca, con métrica y cómputo silábico precisos, el ritmo y la sonoridad siempre marcados, pero moderados, muy lejos de la sonoridad rubeniana en la que ella se inició. Las otras características de su poesía son el absoluto dominio lingüístico y el poderoso imaginario nutrido de adjetivos, palabras, metáforas, símiles y símbolos que conforman una poética alejada de lugares comunes, con un criterio estético original que consigue expresar su mundo poético con sorprendentes hallazgos literarios.

He reunido la materia poética de esta antología -según criterio temático- en seis apartados, suficientemente explicados al inicio de cada uno de ellos: 1. La infancia revivida. 2. De la mirada airada. 3. Poemas con nombre. 4. Voces tomadas. 5. Otros poemas. 6. Lucerna y 7.  Colofón.

Lo que sí quiero dejar claro es que no se trata de una antología al uso, ni crítica ni erudita sino destinada a familiares, alumnos, amigos y conocidos y de Paz. Por esta razón he escogido los poemas según la temática indicada y en el orden que me ha parecido más adecuado, sin atenerme al cronológico de su creación e, incluso, sin referencia al libro al que pertenecen, y he puesto título a los poemas que no lo tenían. 

 Agradezco la colaboración que me han prestado Belén Lorenzana, periodista -redactora jefe de la prestigiosa revista digital de divulgación científica: Biotech Magazine & News-, la alumna de la facultad de periodismo más apreciada por Paz y, casualmente, también relacionada conmigo por raíces personales, casi familiares; el otro agradecimiento es para Guillermo Solana, Director Artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, sobrino de Paz y, siempre, entusiasta y fervoroso lector de su poesía. Él ha preparado el prólogo a estos poemas de Paz, prólogo cargado de cercanía y cariño. Los dos han sido mis estrechos colaboradores en la realización de esta antología. 

Mi sobrino Daniel Díez es el autor de la magnífica portada y de las ilustraciones del poema de Paz que, como colofón, cierra la antología; mi hermano Antón se volcó con toda su genialidad, en los dibujos interiores, y hemos rescatado un dibujo de Luz R. Guillén, esposa de Antón y madre de Daniel, fallecida unos meses antes que Paz, y unida a mi mujer por el cariño y una estrecha simbiosis de pintura y poesía.  

En ellos expresan todos la admiración y, sobre todo, el cariño y amor a Paz. 

Nuestro especial agradecimiento a Lola y Alex, sobrinos de Paz, que se embarcaron en una procelosa aventura editorial con la creación de una nueva editorial, Inefábula, y quisieron que la primera singladura fuese esta antología de Paz, cuidadosa y amorosamente mimada por ellos.

En fin, el título general de la antología —Jardines y heridas— nos lo ha sugerido mi hermano Luis Mateo, porque, según él, esas dos palabras expresan simbólicamente el mundo poético de Paz, incluso como imágenes personales, y, además, nunca se han usado juntas en el largo devenir de la Literatura Hispánica e incluso de nuestra Lengua. No se olvide que, parafraseando a don Ramón del Valle Inclán, «el unir con coherencia dos palabras por primera vez es una verdadera hazaña literaria».

                                                                                                                                                                                  Miguel Díez R.

*Miguel Díez R, el Viejo Profesor, es licenciado en Teología, Filosofía y Filología Hispánica (Especialidad Literatura Hispánica).

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