Jennifer Rubio: «Las personas con discapacidad pueden ser extraordinarias»

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© Tamara Velázquez/Jennifer Rubio

La actriz madrileña Jennifer Rubio es además una de las Doctora Sonrisa de la Fundación Theodora, donde encarna a la doctora Violeta, ‘la más loca del planeta’.

No es un día laborable, pero ‘Prensa Social no descansa. Por casualidad, cazamos a Jennifer Rubio (Madrid, 1988) en el aeropuerto. El inoportuno retraso de un vuelo nos da la oportunidad de charlar con una de las Doctora Sonrisa de la Fundación Theodora. La mascarilla, a pesar de cubrir medio rostro, no puede ocultar la energía que desprende. Sonriente, se sienta a nuestro lado y responde a nuestras preguntas con naturalidad y sencillez.

Prensa Social: Actriz, cooperante, estudiante, artista hospitalaria… ¿De dónde saca tiempo?

Jennifer Rubio: Bueno, en cuestión de tiempo la organización para mí es lo más importante. Siempre voy con mi agenda a cuestas, para volcarlo todo ahí, liberarme y permitirme disfrutar e improvisar en el día a día.

«Si priorizamos y sintonizamos con nuestra pasión, los días fluyen»

He tenido días de levantarme y no saber muy bien que papel desempeñaba y que tenía que hacer, pero creo que esa es la magia de esta profesión. Cada día es un mundo, cada día es diferente. Por otro lado, el tiempo es muy relativo. Si priorizamos y sintonizamos con nuestra pasión, los días fluyen.

Jennifer Rubio como la Doctora Sonrisa, Violeta. © Fundación Theodora

PS: ¿Cómo surgió la oportunidad de colaborar con la Fundación Theodora? ¿Qué opinión le merece?

JR: Conocía la labor de Fundación Theodora y me parecía admirable. En uno de sus procesos de selección de artistas pasé a formar parte de su plantilla de Doctores Sonrisa, con el personaje de Doctora Violeta, la más loca del planeta’.

«En Fundación Theodora no somos doctores, pero llevamos música, magia y sonrisas a los niños y niñas hospitalizados»

Para los que no la conozcan, en Fundación Theodora llevamos música, magia y sonrisas a los niños y niñas hospitalizados. Algunos nos llaman los Doctores del alma, no somos doctores, pero damos un espacio a los niños y a las familias para que se sientan libres de mostrar sus emociones, jugar y crear.

Los tiempos en el hospital se hacen eternos, los días se dilatan y el cansancio y la tristeza se juntan con la soledad. Nuestra labor es llevar color, alegría, etc; en otros casos, sólo compañía y eso también está bien.

PS: Supongo que hacer reír a un niño gratifica, máxime si está hospitalizado…

JR: Uno de los lemas de Fundación Theodora es: ¿Hay algo más bonito que la sonrisa de un niño? Y creo firmemente en ello. Además, todos somos niños durante toda nuestra vida, pero nos ponemos los trajes de adulto por cuestiones de logística.

Siempre estamos deseando volver a sacar a pasear a ese niño o niña interior. Y en cuanto a los niños y niñas que están en los hospitales, ellos lo necesitan más que nadie. Alguien que entra en la habitación y les propone un mundo de fantasía siempre es bienvenido. Da gusto ver como niños y familiares se relajan cuando pasamos un ratito con ellos.

PS: ¿Qué opina de las personas que como usted se apuntan a ser «Doctores Sonrisa»?

JR: Los compañeros artistas de la fundación son grandes profesionales que tienen también un fuerte compromiso social, y eso es muy positivo. Conscientes de que en esta sociedad lo importante es lo que cada uno de manera genuina puede aportar al conjunto, dan su tiempo con determinación y valentía. Les admiro.

PS: Entendemos que en los hospitales también visita a niños con discapacidad, ¿Qué podría decirnos al respecto?

JR: Es un tema que me toca muy de cerca. Mi hermana tiene una discapacidad y es dependiente. He crecido con ella, he visto las necesidades de personas con capacidades diferentes y lo extraordinarios que pueden ser si se encuentran en un entorno que les permita ser y no intentamos imponerles nuestros ritmos y necesidades.

«Las personas con discapacidad pueden ser extraordinarias si se encuentran en un entorno que les permita ser y no intentamos imponerles nuestros ritmos y necesidades»

La labor que Fundación Theodora hace con ellos a través del programa ‘Capaces de Sonreír’ les ayuda en sus procesos de aprendizaje y desarrollo, con humor y amor. Si estuviésemos dispuestos a aprender más de ellos, el mundo sería un lugar más empático y compasivo.

PS: El tema de la inclusión a edades tempranas está a la orden del día. Usted se relaciona con muchos niños. ¿La considera necesaria?

JR:¡Por supuesto! Es algo muy sencillo, conocer para no temer y en consecuencia no rechazar y aislar. La inclusión es la aceptación de que estamos en un mundo en el que todos somos uno, pero cada uno de nosotros tiene su propósito y una forma de llevarlo a cabo. Desde ahí es más sencillo que los niños y niñas, de forma natural, creen una sociedad donde se respete la diferencia, porque entiendan que todos los somos.

«La inclusión es la aceptación de que estamos en un mundo en el que todos somos uno, pero cada uno de nosotros tiene su propósito y una forma de llevarlo a cabo»

PS: Usted ha sido cooperante en Gambia con la Fundación Kalilu Jammeh, ¿Qué le parece el apoyo a colectivos vulnerables?

Cuando llegué a Gambia estuve algunos días sin habla. Repetía constantemente la misma frase: «no puedo entender por qué permitimos esto a 4 horas de casa».

Sé que el tema es muy complejo. Sin necesidad de entrar en asuntos de política que nos llevan a enredarnos más y sentir más fuerte la impotencia (aunque es necesario también), creo que es vital reconocer nuestra fortuna y poder compartirla con colectivos con escasos recursos y oportunidades.

Desde luego no hace falta irse lejos para encontrar personas que necesitan, ya sea tiempo, atención, recursos, etc. Pero salir también está muy bien, porque disolvemos esa peligrosa línea entre lo propio y lo ajeno, entre lo mío y lo tuyo, lo nuestro y lo de ellos.

Hay una frase que vi en un videoclip de Calle 13 que dice: «no es que queramos vivir así, es que queremos vivir aquí». Da para mucha reflexión.

© Jennifer Rubio

PS: Se acerca Navidad y muchos niños estarán hospitalizados. ¿Tienen algo pensado para esas fechas?

JR: Desde Fundación Theodora, aparte de nuestras visitas presenciales (Programa Planta) y virtuales (Programa Vivir), que comenzamos a desarrollar durante la pandemia. Intentamos que en estas fechas nuestra presencia se sienta más cerca de nuestros niños y niñas hospitalizados. Por ello, siempre enviamos regalitos y cestas de navidad a los hospitales.

En algunas ocasiones hemos podido realizar espectáculos con los más pequeños y estamos deseando que pronto se vuelva a repetir.

PS: Roza los casi 8.000 seguidores en Instagram. ¿Qué opinión le merecen las RRSS a nivel general?

JR: A mi las redes sociales me han ayudado a crear una bonita red de contactos entre personas que tienen unas inquietudes similares a las mías. He forjado amistades nuevas y mantenido algunas que de otra forma habría sido mucho más complicado mantener. La exposición de mi trabajo en ellas me permite también presentar mis procesos creativos y compartirlos en comunidad.

Todo tiene su parte negativa por supuesto, es cuestión de que salga positiva la balanza y creo que, como herramienta para un artista, lo es.

PS: Prensa Social es un espacio informativo especializado en el sector social que aborda temas de discapacidad, dependencia y mayores. ¿Qué le diría a nuestros lectores?

JR: No conocía el espacio y a partir de ahora lo seguiré con atención. Es necesario que exista un interés por nuestra parte en conocer sobre estos asuntos tan presentes y valiosos en nuestra sociedad. A sus lectores les diría, gracias. Por leerme y por formar parte de un movimiento que aspira a hacer de este un mundo mejor.

«Gracias a los lectores de Prensa Social por formar parte de un movimiento que aspira a hacer de este un mundo mejor»

PS: Un deseo

JR: Poder hacer grandes películas de cine social.

PS: Un anhelo

JR: Que este mundo se vuelva más consciente y compasivo.

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