Gloria Pomares para Prensa Social

En mi desempeño laboral recibo la consulta de muchas madres desesperadas, con razón, con similares inquietudes. Tienen un hijo con discapacidad. Les faltan manos y recursos para poder atender a todas sus necesidades: acudir a las continuas consultas y pruebas médicas, asumir los costes de los tratamientos de su rehabilitación, afrontar gastos extras en equipamiento adaptado y un largo etcétera.

En esa carrera de obstáculos, muchas familias dejan de lado su propia salud, su relación de pareja y amistad, su economía, sus hábitos de ocio y cultura. El propósito de sacar adelante a un hijo con discapacidad obviamente es una prioridad absoluta, pero no debería hacer saltar por los aires todo lo demás.

Aquí te propongo algunas ideas para que la discapacidad no suponga una ruina para tu vida y la de tu familia. Optar por el “minimalismo terapéutico” ¿Qué tratamientos extras me puedo permitir, sin poner en riesgo otras necesidades básicas de la familia? Estos tratamientos, ¿tienen evidencia científica? ¿De verdad necesito llevarle a tres fisioterapeutas o logopedas diferentes?

Unirte a un grupo de apoyo, acercarte a una asociación de familiares con la misma situación supondrá una gran ayuda a nivel emocional. Además, te orientarán en la obtención de recursos. Llevar a cabo iniciativas que te permitan recaudar fondos. Por ejemplo, organizar una carrera benéfica o cualquier iniciativa similar.

Siempre con un propósito muy definido, algo como: «Ayúdanos a conseguir la silla de ruedas eléctrica para Manuel”.

Reutilizar productos de apoyo: un bipedestador, un triciclo adaptado, una grúa, una cama articulada… Son productos costosos, pero si se pueden conseguir de segunda mano, podemos ahorrar bastante dinero.

Creatividad y recursos de bajo coste: antes de comprar cualquier cosa, busca si hay alguna alternativa casera que te resuelva esa necesidad. Seguro que con creatividad y la ayuda de una amista ‘manitas’ , puedes encontrar soluciones más asequibles a tu economía.

Ser madre no implica que seas poderosa, apóyate de tu Red e implica al género masculino en las necesidades del cuidado diario. Si saben, son muy capaces.

Son humildes consejos de autocuidado que aportan una vivencia de la discapacidad menos sobrecargada. Cuidarse sigue siendo una prioridad, no lo olvides.

Soy Gloria Pomares, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional, especializada en ortopedia infantil.
En mi página web comparto información y formación sobre ortesis y productos de apoyo para niños con discapacidad.

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