Inteligencia Artificial (IA), ¿qué significa este término que ahora está en boca de todos; ese del que todo el mundo habla con mayor o menor conocimiento y que incluso, se está utilizando para asustar a la humanidad amenazándola con la extinción de la raza humana suplantada por las inteligencias artificiales?
Nada como entender en qué consiste —para eliminar miedos (absurdos)— y con ello poder sacar el máximo rendimiento de una tecnología que es y será cada vez más, un apoyo para el desempeño de las tareas diarias de cada uno de nosotros. De no incorporarse la IA en el día a día de cada persona, iremos quedándonos descolgados y estaremos relegados porque la sociedad actual cada vez evoluciona más rápido.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
Si nos restringimos al uso más habitual que se le está dando a la Inteligencia Artificial hoy en día, podemos definirla como el intento de conseguir que las máquinas lleven a cabo un conjunto determinado de tareas que suelen ser repetitivas, cansadas, y de poco valor para las personas, de la manera más autónoma posible, liberándolas de ese trabajo.
Si le damos un enfoque un poco más general, la Inteligencia Artificial General (AGI por sus siglas en inglés), pretende desarrollar algoritmos que puedan emular las capacidades humanas sin que un humano pueda discriminar si la actividad la está llevando a cabo una máquina o un humano.
Un poco de historia
Esta aspiración de poder recrear los comportamientos de los humanos mediante algoritmos no es nueva. Las bases matemáticas que sustentan esta tecnología datan de 1957, y desde entonces se ha ido recorriendo un largo camino en el que se ha ido evolucionando las matemáticas en las que se apoya la IA: desde los sistemas de reglas, poco flexibles y muy laboriosos de desarrollar, hasta las redes neuronales profundas, a las que vamos a dedicar este artículo.
No ha sido hasta los inicios del siglo XXI cuando se ha dispuesto de los avances tecnológicos suficientes para poder implementar la teoría en la que se apoya la Inteligencia Artificial Profunda (conocida como redes neuronales). En particular, el avance viene de la mano de las tarjetas gráficas empleadas en los videojuegos para conseguir que estos tengan gráficos cada vez más realistas y atractivos. Estas tarjetas gráficas proporcionan una capacidad de cálculo numérico que se incrementa de manera exponencial con nueva generación de tarjetas, permitiendo realizar el gran número de operaciones matemáticas que requiere el entrenamiento de un sistema de IA; en concreto derivadas.
Para que un sistema de Inteligencia Artificial pueda aprender la tarea que queremos que resuelva necesita ser entrenado de la misma manera que se enseña a los niños, esto es: mediante ejemplos de prueba y error.
Existen dos métodos de entrenamiento:
- Aprendizaje supervisado: en esta modalidad se le presenta al sistema de inteligencia artificial una ingente cantidad de ejemplos que el sistema tiene que aprender a resolver, de manera que va probando soluciones y se le indica cómo de cerca o de lejos está de la solución correcta. El sistema poco a poco va corrigiendo sus respuestas hasta que finalmente es capaz de resolver la mayoría de ellas de manera aceptable, incluso aquellos casos que no ha visto durante el entrenamiento.
- Aprendizaje no supervisado: en este caso, se le proporciona al sistema también una gran cantidad de ejemplos, pero en este caso no se da indicaciones al sistema de si la respuesta es correcta o no, sino que se le permite al sistema realizar agrupaciones de casos por similitud de estos, permitiendo al sistema crear su propio “esquema mental” de la información que está manejando. Una vez que el sistema es capaz de determinar el grado de similitud con las «clases» que ha creado de manera satisfactoria, se considera entrenado.
Algo que es fundamental en las redes neuronales es su capacidad para «generalizar»; esto es su capacidad de proporcionar respuestas razonablemente correctas ante situaciones no contempladas durante el entrenamiento de la red neuronal. Cuanto mayor sea la capacidad de generalización del sistema, más inteligente se considera, puesto que es capaz de adaptarse mejor a situaciones imprevistas y responder de manera adecuada.
Como se ha mencionado anteriormente, una inteligencia artificial bien entrenada, resulta una ayuda fundamental en las tareas cotidianas ya que facilita la vida de a los usuarios.
A continuación vamos a enumerar algunos casos de utilidad como ejemplo para intentar clarificar hasta dónde pueden ser de utilidad los sistemas de Inteligencia Artificial:
Voiceitt: se trata de una aplicación entrenada en reconocer el lenguaje de personas con deficiencia en el habla, completando la frase de manera que sea completamente inteligible para las personas del entorno o incluso sistemas de interface vocal, permitiendo controlar los dispositivos de la casa que dispongan de comandos por voz.
Seeing AI / Lookout: estas aplicaciones desarrolladas por Microsoft y Google respectivamente permiten utilizar la cámara del móvil para leer textos, reconocer personas, e incluso interpretar y contar al usuario la escena a la que está enfocando con el móvil, permitiendo desenvolverse con más facilidad a personas con discapacidades visuales.
IFTTT.: este sistema permite automatizar los electrodomésticos y los dispositivos de la casa, permitiendo controlarlos de manera remota con la voz, o mediante el móvil, facilitando estas tareas a personas con movilidad reducida. Adicionalmente permite crear alarmas para la medicación, enviar mensajes de texto en el caso de detectar una caída, etc.
AVA / Otter.ai Voice / Roger Voice.: estas aplicaciones para el móvil han sido diseñada para las personas con dificultades auditivas, proporcionando subtítulos en el móvil de todo lo que se escucha entorno al usuario en tiempo real las 24 horas del día, los 7 días de la semana (hasta un 95% de precisión).
Speechify: permite leer en voz alta textos escritos. Especialmente útil para personas con deficiencias en la vista o problemas de dislexia. Usa voces humanas y permite adaptar la velocidad de la lectura leída a las preferencias del usuario.
Symbo Talk: a diferencia de las aplicaciones mencionadas anteriormente, en este caso la Inteligencia Artificial embebida en esta aplicación permite la comunicación de necesidades a personas con dificultad en el habla simplemente seleccionando pictogramas de situaciones habituales en la vida, permitiendo componer frases de manera muy sencilla.
Virtual Assistants: Siri, Cortana, y Google Assistant.: no podíamos finalizar esta lista sin mencionar a los asistentes por antonomasia en los móviles. Proporcionan un gran abanico de capacidades infrautilizadas cuando en realidad están al alcance de la mano de los usuarios con muy poco entrenamiento (por parte de éstos); tan solo hay que probarlas. Seguramente les sorprenderá hasta dónde llegan.
Todas estas aplicaciones utilizan inteligencia artificial como base de su funcionamiento y todas ellas proporcionan además, una mejora en las posibilidades de interacción con en el mundo que nos rodea, facilitando el día a día de manera inmediata.
La inteligencia artificial evoluciona constantemente proporcionando capacidades cada vez más impresionantes. Es fundamental estar al día para aprovecharlas todas y con ello, facilitarnos la vida al máximo.
Manuel Gallardo
Director de Data Analytics e Inteligencia Artificial (Grupo Oesía)